IDENTIDAD

El valor de los símbolos

Alvaro Romero

Alonso

Córdoba

Los símbolos son el tamiz sobre el que reposa buena parte de nuestra percepción del mundo, una abstracción consciente e inconsciente que embadurna nuestro sistema sensorial para dibujar una cara diferente a la que atisban nuestros ojos. A menudo lo obviamos, pero este filtro instaurado en nuestro cerebro actúa de una forma implacable en la interacción con la realidad de lo tangible y lo intangible, como un faro invisible que ilumina nuestras pupilas y enriquece nuestro escenario vital.

Hemos trazado en el cosmos líneas entre los insalvables espacios que separan a las estrellas para edificar leones, carros, guerreros, balanzas...hemos evocado a la luna como insignia de la soledad, la alquimia del cabello rubio en oro, los pies en mármol blanco y la rosa como símbolo del amor y la belleza.

El lenguaje también nos ha permitido salir de la prosaica realidad para confundirnos aún más y familiarizarnos con lo abstracto: paz, ilusión, tristeza, oprobio- son solo algunos de los ejemplos con los que nos topamos día a día pese a su inefable tacto. No es de extrañar que cada sujeto según su experiencia y particular cognición del mundo los interprete de un modo u otro.

La cruz gamada, por ejemplo, puede causar terror en cualquier occidental y al mismo tiempo augurar buena suerte y éxito a alguien que la contemple desde oriente. He aquí la teoría de la relatividad.

¿Qué me dirían si les dijese que al presidente español se le ha antojado definir el significado de ser español? Probablemente que ha perdido la cabeza o tiene instintos masoquistas, ¿verdad? Pues es lo mismo que Sarkozi ha planteado a sus conciudadanos. Sin vistas electoralistas, por supuesto, y por el puro acto altruista de integrar a los inmigrantes y despertar un orgullo más incierto que franco.

Y es que este tipo de cuestiones lo único que puede hacer es remozar los muros que nos separan de una verdadera seña multicultural; y no me pregunten por qué, pero cada vez que oigo aquello de orgullo patrio tengo la manía de relacionarlo con chauvinismo. Es un acto artificial de pixelar nuestras diferencias pero no ocultan el axioma: El mundo no gira al antojo de unos pocos, ni es unidimensional.

La verdadera identidad nacional debería ser evanescente, subjetiva, como un himno sin letra que canta para todos.

pSOLIDARIDAD

nA un artista callejero N

***María Izquierdo Rico

***Córdoba

c

Le envío estas palabras porque creo de justicia que se sepa que en Córdoba tenemos un artista, que para más mérito, es un pobre indigente, que es conocido como el "hombre de los perros", porque vive rodeado de estos animalitos, a los que cuida y mima, y se pasa las horas con su rotulador haciendo unos dibujos que tienen a mi parecer muchísimo mérito. Los que tengan ocasión de verle manifestar su arte, verán que tiene un especial encanto. Si fuera un artista acreditado, dirían que es "genial". Es agradecido, nada molesto en su forma de pedir y duerme a la intemperie. No tengo otra forma de agradecerle sus frases de afecto.

Fe de erratas

En la información publicada en la página 60 de la edición del 11 de noviembre se atribuyó indebidamente al tenor Rolando Villazón y la soprano Anna Netrebko una relación sentimental, cuando fue solo profesional.