Muchos creíamos que había muerto en los años cuarenta junto al Tercer Reich al que tanto admiró, o se perdió junto al conde Ciano con quien tantos afanes compartía. Pero resulta que ha aguantado (qué salud de hierro) hasta los 101 años.

Cuando la noticia de su fallecimiento pasó por el tamiz de TVE , advertimos, de nuevo, que el dictador Francisco Franco mutaba en "el general Franco" (en algo hemos avanzado, ya no le llaman Generalísimo), y que la dictadura a la que Serrano Suñer tanto contribuyó a diseñar, era "el anterior régimen".

Ahora, algunos amigos del actual régimen tratan de presentar a un Serrano Suñer precursor de los primeros estertores aperturistas en la dictadura. Los Ridruejo, Tovar, Vivanco fueron, más o menos, hombres suyos... Uuhhmm... Historiadores más ponderados, pongamos que Javier Tusel, nos cuentan que el cuñadísimo dedicó buena parte de su vida y sus mejores esfuerzos, tras ser desalojado del gobierno por Franco, a tratar de lavar su horrible ejecutoria en aquellos años treinta y cuarenta. Pero no llegó a conseguirlo: ni Franco le permitió avanzar un milímetro, ni los demócratas en el exilio interior se sintieron nunca cómodos con su presencia. La mayoría, no obstante, piensa que fue sencillamente un fascista sin más. Pero estas opiniones puede que no sean sino conjeturas sin posible comprobación (ya sabemos que la historia se escribe para justificar el presente). Hoy, que desgraciadamente y todavía, muchos abuelos y nietos buscan en cunetas y barrancos los restos de los suyos asesinados, sería bueno recordar un hecho que va unido a la biografía de este dirigente franquista como la noche lo es a la oscuridad. Serrano hizo saber a los nazis que los republicanos huidos a otros países europeos por causa de las bayonetas y el acoso de las policías franquistas "habían perdido la condición de españoles". Y las SS luego llenaron sus campos de trabajo, concentración y exterminio de millares de "apátridas" de Madrid, Barcelona, Bilbao, Córdoba, Teruel... Los González, Jiménez, Cubelles o Soutos desaparecidos, debieran ser suficiente razón para que nadie enredara en la biografía de este anciano recién desaparecido. Serrano Suñer murió con el Tercer Reich.