Córdoba posee una tradición fotográfica que se remonta a los mismos orígenes del invento fotográfico, cuando en 1840, solo un año después de la presentación oficial del invento de Niépce y Daguerre, la ciudad contaba ya con un daguerrotipista, Manuel Alcalá. Desde entonces, la fotografía cordobesa ha recorrido un largo camino, lleno de hitos de relieve nacional e internacional.

Pero será a partir de 1981, con el nacimiento de AFOCO, cuando la fotografía cordobesa tome un nuevo impulso como medio creativo. Este grupo de aficionados, más allá de imitar la tradición endogámica del salonismo español, aún imperante en nuestro país en los 80, crea un modelo de asociación amateur abierta a las nuevas corrientes y ámbitos de la fotografía de finales del siglo XX. Su concurso, el Premio Mezquita, se convierte en un referente nacional al contar con jurados alejados del mundo de la concursística y premiar obras innovadoras y arriesgadas.

Una filosofía abierta a la sociedad cordobesa y sin ánimo de lucro que, gracias al apoyo incondicional del Ayuntamiento de Córdoba, permite conocer en la ciudad la obra de los autores nacionales y foráneos más importantes del momento con iniciativas como la Bienal Internacional de Fotografía, la Posada del Potro, la colección de libros fotográficos Albors o el proyecto Una aproximación visual a la guitarra.

Un flujo constante de autores de todas las nacionalidades adscritos a las tendencias más actuales dejará su obra y su saber en la ciudad, propiciando un constante diálogo con los autores locales que ven enriquecer su visión fotográfica. Una conversación de 40 años que presentamos en esta exposición conformada por una pequeña parte de los fondos del Ayuntamiento de Córdoba y de la colección de José Francisco Gálvez, comisario del proyecto.

Exposición organizada en el marco de la 17ª Bienal de Fotografía de Córdoba. Aquí puede encontrar toda la programación del festival.