Pocos aspectos representan a la perfección la identidad de un pueblo como su gastronomía. Si la paella o el bocadillo de calamares son insignias en Valencia y en Madrid, no cabe duda de que el espeto es el plato malagueño por excelencia y uno de los principales atractivos culinarios de la costa andaluza.

Esta forma de asar el pescado --sardinas en su mayoría-- ensartado en cañas y al fuego es uno de los platos más buscados en época estival por locales y foráneos, y una tradición que ahora busca traspasar fronteras con la creación del primer Festival de Espeteros Andaluces.

Y es que aunque las barcas con espetos son una estampa habitual en los paseos marítimos, solo unos pocos dominan la técnica del espetado, una profesión «muy malagueña», tal y como afirmó durante la presentación del evento la delegada de Turismo de la Junta de Andalucía, Nuria Rodríguez.

Quienes deseen iniciarse en la profesión, solo apta para los que puedan soportar el calor abrasador de la leña, podrán tener su primera toma de contacto en este festival que tendrá lugar en La Cala de Mijas del 17 al 19 de mayo. Además de un concurso de espetos dotado con un premio de 1.000 euros y degustaciones a precios populares, los asistentes podrán comprobar en primera persona cómo se prepara el plato más demandado en los chiringuitos de la Costa del Sol.

Lejos de ceñirse a aspectos gastronómicos, este homenaje al espeto aspira también a convertirse en un atractivo turístico y un evento promocional.