Cuenta la leyenda que un menú contundente a base de garbanzos con bacalao y espinacas, callos y arroz con leche desarmó a todo un ejército durante las guerras carlistas en Asturias y, casi dos siglos después, los ovetenses unen tradición, historia y gastronomía en un plato de cuchara con el que conmemoran la gesta cada 19 de octubre.

Aunque hay varias teorías sobre el origen del menú, una de las versiones más populares apunta que en 1856 los ovetenses, sin medios para repeler un ataque a la ciudad, invitaron a los enemigos a disfrutar de un potaje que les llevó al sopor y a la siesta, momento que aprovecharon para sustraerles las armas.

Otra historia se remonta al 18 de octubre de 1836, cuando Oviedo superó dos ataques carlistas y se celebró con un menú compuesto por garbanzos con bacalao, origen del plato principal del menú del Desarme.

Y al finalizar la tercera guerra carlista, en 1876, se cuenta que se celebró con fiestas y comidas especiales que, al coincidir con la Cuaresma, sustituyeron la carne y los embutidos por pescado con garbanzos, momento en el que se consolidó la conmemoración con el menú del Desarme.

Lo cierto es que el menú del Desarme ha sobrevivido a dos siglos y sigue reuniendo en torno a una mesa a peñas de amigos, familias y compañeros de trabajo no solo en Oviedo, sino también en el resto de Asturias y se ha exportado a ciudades como Madrid, Sevilla, Bilbao o Valencia y los centros asturianos lo promocionan por todo el mundo.