Movistar+ estrena hoy su primera serie original basada en hechos reales, La línea invisible, en la que se narra el origen de ETA y el primer asesinato de la organización, un hecho del que pronto se cumplirán 52 años. Y como la pandemia impide una premier en un cine como se merece, la plataforma ha organizado un evento on line abierto a todos en el que se pasarán los episodios 1 y 2 de esta serie, que los clientes de Movistar+ podrán ver completa en la plataforma.

Presentada por el actor Antonio de la Torre, con la presencia de sus compañeros de reparto Àlex Monner, Anna Castillo, Asier Etxeandia, Patrick Criado, Enric Auquer y el director Mariano Barroso, esta premier virtual está disponible para que los telespectadores puedan verla desde sus casas entrando en canal de Movistar+ en YouTube: youtube.com/movistarplus. La presentación comienza a las 22.00 y seguidamente se pueden ver los dos capítulos.

VÍCTIMAS / La línea invisible, una producción de Movistar+ en colaboración con Sentido Films, basada en una idea de Abel García Roure, cuenta en sus seis capítulos la historia de esta banda organizada que dejó a su paso por nuestro país a 853 víctimas, que comenzó en junio de 1968, cuando el joven Txabi Etxebarrieta cruzó la línea invisible asesinando a la primera víctima: José Antonio Pardines, un guardia civil gallego de tan solo 25 años.

Horas después, el líder de la organización era abatido en un enfrentamiento con los agentes. Y pasaba a la historia como el primer terrorista que mataba y el primero al que mataban. Primera víctima y primer mártir. Los compañeros del etarra decidieron vengarlo asesinando a su principal perseguidor, el inspector Melitón Manzanas, y así dio comienzo una de las etapas más oscuras de la historia de España.

Como venganza, sus compañeros vengaron su muerte y asesinaron al inspector Melitón Manzanas, a quien da vida De la Torre y que, según ha destacado el actor, «tenía muchas caras y había que contarlas todas». Por un lado, su hija, que en el momento de su muerte tenía 24 años y que la ficción ha convertido en una niña, describía al inspector como «un padre maravilloso» a quien no reconocía «en el papel de torturador». Sin embargo, un estudio encargado a «prestigiosos juristas» acreditó «3.500 casos de tortura» y el propio actor conoció a víctimas que hacen «un relato opuesto» al de su hija.

En cualquier caso, De la Torre señaló que siempre defiende a sus personajes para no caer en una actuación «maniquea», tal y como aprendió hace 25 años. «Un actor siempre tiene que defender a su personaje, si lo juzgas estás haciendo una caricatura», dijo el intérprete, que siempre trata de pensar que un personaje tiene «sus razones». En este sentido, señaló que «la violencia nunca tiene justificación pero sí tiene una explicación» y que «determinadas circunstancias», tal y como lo contempla «cualquier observatorio», favorecen «más que otras». En este sentido, cree que «lo que corresponde como sociedad es evitar eso», y considera que «la gran evolución sería superar la violencia como resolución de conflictos».

Origen

Preguntado acerca de si este es un buen momento para abordar los orígenes de la banda terrorista, De la Torre destacó que «lo bueno» de tratar el tema de ETA es que en la actualidad «hay muchas personas vivas entre quienes vivieron el origen».

A su juicio, «en la búsqueda de la verdad hay que acercarse sin miedo pero sin odio, sin miedo pero sin rencor para evitar tener un sesgo, una mirada compasiva». Por este motivo, a De la Torre le gusta su «oficio», del mismo modo que le apasiona la profesión de periodista, para la que se formó en la universidad, porque le permite acercarse «a las cosas tratando de entender en lugar de juzgar». «Siempre me gusta los oficios que te plantean preguntas y no ofrecen respuestas», dicho.

De la Torre (Málaga, 1968) ha confesado que para él «la identidad nacional es un tema ajeno» porque los andaluces son «muy españoles». «Me planté en Sudáfrica para ver el mundial con la cara pintada, ves una foto y parece que estoy en un mitin de Vox», bromeó el actor.

En este sentido, señaló que la pandemia del coronavirus le ha cambiado la cabeza, porque «nunca» se había planteado que «el nacionalismo podría ser excluyente». «Vivimos una época en la que se ve que no existen las fronteras físicas, un virus las traspasa», recalcó el actor.