El delegado del Colegio de Ingenieros de Minas del Sur en Málaga, Juan López-Escobar, aseguró ayer que en el rescate de Julen es cuestión «de días, no de horas». El ingeniero aseguró que no conoce una situación «tan al límite» como la de Julen, y dijo que conoce un caso en Estados Unidos de un niño que cayó a un pozo de siete metros y se tardó en rescatar más de 70 horas.

El representante de los ingenieros explicó que la patrulla minera llegada de Asturias trabajará manualmente con piquetas para hacer una galería con unas dimensiones de entre un metro y 1,20 metros. Este equipo pondrá un techo de sujeción con madera y quedará apuntalado para que puedan avanzar los bomberos hacia donde está el niño, subrayó el ingeniero antes de explicar que en las obras del túnel horizontal se produjeron el miércoles deslizamientos, aunque no se va a abandonar esa opción totalmente y se están suministrando tubos para esa actuación.

Respecto a la obra, indicó que el problema es que no hay un estudio previo y no se sabe cómo está el terreno, a lo que se une que se trata de una obra de urgencia, señaló. Sobre el equipo minero que actuará, afirmó que ya están haciendo pruebas y ensayos y están preparados para actuar «sin parar». Tras asegurar que medios y equipos para el rescate «no han faltado», añadió que «la esperanza no se pierde» y espera que «el ángel de la guarda» esté protegiendo al pequeño.

La búsqueda del pequeño Julen ha superado ya las cien horas de complicados trabajos que todavía no han dado sus frutos. El pozo al que cayó el pequeño, de unos 107 metros de profundidad, está situado en una finca privada y se trata de un orificio de prospección para buscar agua de unos 25 centímetros de diámetro. EFE