El bebé de dos meses de Pineda de Mar (Maresme) que ingresó en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Valle de Hebrón de Barcelona por presuntos maltratos a principios de enero, murió este lunes a las dos de la tarde. La Generalitat catalana, que se ha personado junto al ayuntamiento como acusación popular, ha pedido el encarcelamiento del padre de menor, que confesó haber apaleado a su propio bebé y que está en libertad con cargos a espera de juicio.

El niño, de apenas dos meses, llevaba 17 días en estado muy grave en la UCI Pediátrica del centro sanitario. Ingresó el viernes 4 de enero, cuando la madre del bebé se dirigió a urgencias del Hospital de Calella al ver que su hijo convulsionaba. De allí fue trasladado de urgencia hacia el hospital de la capital catalana dada la gravedad de su estado. En aquel primer momento, los padres explicaron los hechos por «un golpe en la cabeza», pero tras inspeccionar las lesiones los facultativos del hospital barcelonés dedujeron que algunas eran de carácter previo y acabaron aplicando el Protocolo de Maltrato Infantil de la Generalitat.

En cuanto los Equipos de Valoración del Maltrato Infantil (EVAMI) tomaron cartas en el asunto, el padre, un joven uruguayo de 21 años, reconoció haber dado una paliza a su propio bebé. Los Mossos lo detuvieron el 10 de enero y lo acusaron de un delito de lesiones y otro de maltrato. La Generalitat asumió la tutela del bebé de forma cautelar --retirándosela también a la madre, de 18 años--, tras abrir un expediente de desamparo.