La Policía detuvo ayer en Senegal a Guillermo Fernández Bueno, el peligroso preso fugado en busca y captura internacional tras no regresar a la prisión de El Dueso (Cantabria) de un permiso de siete días. Según fuentes del Ministerio de Interior, el detenido, que iba junto a su mujer, presentaba características físicas coincidentes con las indicadas por la policía, pero había cambiado un poco su aspecto y portaba documentación falsa, por lo que hasta que no han cotejado sus huellas dactilares no han podido determinar por completo su identidad. La Policía Nacional detectó ayer la entrada del sospechoso en Senegal a través de la frontera con Gambia y ayer se produjo la detención. El recluso, condenado a 26 años y seis meses de prisión por violar y asesinar en una cafetería de Vitoria a una empleada de la limpieza el 14 de diciembre del año 2000, debía haber regresado a la cárcel tras un permiso de siete días, pero no lo hizo. Las fuerzas de seguridad del Estado publicaron su fotografía en las redes sociales y pidieron la colaboración ciudadana para localizarle. Los vecinos del preso fugado indicaron a la Policía que habían visto cómo Fernández Bueno cargaba pertenencias en su vehículo junto a su pareja, una educadora social a la que conoció cuando ésta trabajaba como voluntaria en la antigua prisión de Santander.