Las demandas de disolución matrimonial, es decir los divorcios y las separaciones, disminuyeron un 7,8% en 2016 respecto al año anterior, según los datos del Consejo General del Poder Judicial. Canarias y la Comunidad Valenciana se sitúan a la cabeza en disoluciones matrimoniales, con 2,9 demandas por cada mil habitantes, mientras que en el extremo contrario está Castilla y León, con 1,9 demandas por cada mil habitantes. El año pasado se presentaron en los juzgados 114.019 demandas de divorcio -un 7,6% menos que en 2015- y 5.840 demandas de separación -bajaron un 11,5 %-, además de 159 demandas de nulidad matrimonial (frente a las 216 de 2015). Del total de demandas de divorcio presentadas, 67.189 fueron consensuadas, con una disminución interanual del 8,5%, y 46.830 contenciosas, un 6,3% menos que el año anterior. En cuando a las demandas de separación, 3.912 fueron de mutuo acuerdo -un 15,3% menos- y 1.928 no consensuadas -una disminución interanual del 2,6 %-. Después de Canarias y de Valencia, se observa un mayor número de rupturas en Cataluña y Baleares, con 2,8 demandas por cada mil habitantes, y Andalucía, Asturias y Murcia, con 2,7. Por debajo de la media, están Cantabria (2,5); Castilla-La Mancha, Galicia y Madrid (2,4); Extremadura y La Rioja (con 2,3); Aragón, Navarra y País Vasco (2,2) y Castilla y León (1,9).

En cuanto a las medidas de guardia, custodia y alimentos de hijos no matrimoniales, se registraron 18.225 demandas de medidas consensuadas, un 1,6% más que en 2015; y 28.398 de medidas no consensuadas, lo que representa un incremento interanual del 1%. Además, se presentaron 10.214 demandas de modificación de medidas matrimoniales consensuadas, un 4,2% más que en 2015; y 34.017 demandas de medidas no consensuadas, una disminución interanual del 0,7%.