Ya llegó el Lunes Santo. Ese Lunes Santo que quizás ningún cofrade hubiera imaginado nunca vivir y, mucho menos, un cofrade del lunes. Es cierto que ha habido muchos Lunes Santo que se han suspendido las estaciones de penitencia, normalmente a causa de las condiciones meteorológicas, pero nunca de manera impuesta como en esta ocasión.

Hoy sería un día de resaca, de haber consumido hasta el último minuto del Domingo de Ramos, donde hasta altas horas de la noche hubiésemos acompañado la recogida de las cofradías de la jornada.

Este año, el Lunes Santo llega con calles vacías, sin olor a incienso y solo con el perfume del azahar que la primavera, en estos duros momentos, nos regala, una primavera que nada entiende de virus.

Pero en esta especial ocasión, nos hemos propuesto no evocar una Semana Santa triste sino de recuerdo, de emocionarnos aunque sea con la memoria, con esos momentos que ya forman parte del tesoro de cada uno de los cofrades.

Así pues, es el momento de recordar a las cofradías en todo su esplendor, rodeadas de su gente de siempre, esa que, seguro hoy, las echará de menos, sentirán que les falta algo, y ese algo es la cofradía de su barrio.

El día de los barrios

Y es que el Lunes Santo es el día de los barrios, algo que sabe muy bien el barrio de Edisol, esa zona de la ciudad donde cada tarde de Lunes Santo el misterio de Jesús Humilde en la Coronación de Espinas cruza las calles a los sones de las brillantes cornetas de su banda y, tras él, la Reina del barrio, la Virgen de la Merced.

También el barrio de la Huerta de la Reina hoy se echaría a la calle para contemplar los pasos de la cofradía, Jesús de la Redención y la Virgen de la Estrella. Una hermandad que nació en la parroquia de la Trinidad y se hizo adulta en la Huerta de la Reina, donde hoy es seña de identidad. Y este año, tampoco el viejo Puente Romano podrá ver pasar a los titulares de la hermandad de la Vera Cruz, el Señor de los Reyes junto a la Virgen del Dulce Nombre, que estarán en su templo escuchando el rezo virtual de sus cofrades.

Y en este recuerdo del Lunes Santo no podemos olvidar a la hermandad de la Sentencia, la decana del día, que este año cumple 75 años de su fundación, siendo, por tanto, la hermandad que inauguró esta jornada.

Al Lunes Santo siempre se le ha dicho que es lunes de los contrastes, ya que el contrapunto a las hermandades bulliciosas del día se lo ponen las hermandades del Vía Crucis y de Ánimas.

La Judería se quedará este año muda, las saetas no retumbarán entre los zaguanes de las casas y el redoble de tambores roncos quedará en silencio. Un silencio que cada Lunes Santo nos traslada en Córdoba a la plaza de San Lorenzo ante el Cristo de Ánimas, una plaza que este año, a esa misma hora, estará más callada que nunca. El Cristo de Ánimas estará en su capilla junto a la Virgen de las Tristezas, y desde allí velarán sin duda por el alma de todas las víctimas de esta pandemia. Con el recuerdo de la hermandad de Ánimas en la calle cerramos el día en el que los barrios se quedaron esperando a sus cofradías.