¿Por qué en España van 49 mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas en lo que va de año? ¿Por qué a mediados de octubre esta cifra ya ha superado el número de mujeres asesinadas que hubo en los siete últimos años? ¿Por qué en España van más de mil mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas desde 2003, según datos oficiales? Este 2019 será recordado por esa terrible cifra redonda de 1.000 mujeres asesinadas ¿Por qué nos hemos acostumbrado a que cada semana brote la brutalidad contra la mujer en cualquier rincón de España, en cualquier hogar de cualquier clase social, en cualquier barrio, en cualquier pueblo o en cualquier ciudad? ¿Es que no tiene derecho una mujer a respirar con libertad?

Silvia, de cuarenta años; Evelyn, de veinticinco; y Helena, de cuarenta y cuatro, son las tres víctimas mortales asesinadas esta semana en un intervalo de setenta y dos horas. Helena Veslos, la última víctima hasta hoy asesinada en nuestro país, en el pueblo de Denia, estaba dormida cuando su exmarido escaló de madrugada, como vil ladrón, por una escalera hasta el balcón del segundo piso y la degolló. Su hija, de 11 años, fue quien dio la voz de alarma: «Nos va a matar». ¿Alguién escucha a esa niña? ¿Alguién escucha la voz de cientos de niños huérfanos de madre y con el padre muerto o en la cárcel? Solo en lo que va de año 37 niños han quedado desamparados a merced de la buena voluntad de los familiares o de la atención de las instituciones. Son algunas cifras de las muchas que aparecen a diario dando cuenta de la violencia machista en nuestro país, a pesar de las voces disonantes, mal informadas y mal intencionadas que agitan el fantasma de las denuncias falsas, que haberlas haylas, cada vez que algún partido ultramontano quiere rebajar esta mancha de salvajismo persistente en nuestra sociedad. Y no habrá detergente suficiente para borrarla mientras sigan apareciendo manadas, secuestros, humillaciones, tibias sentencias, chistes machistas, violaciones, asesinatos y consentimiento por inacción u omisión ante tan triste realidad. Los datos oficiales existen en portales y páginas de asociaciones y movimientos en defensa de la mujer. La cifra de una agresión sexual cada cinco horas no es un invento, así está reflejada en la estadística de criminalidad del Ministerio del Interior. España podrá haber exhumado a Franco del Valle de los Caídos, podrá tener elecciones cada año, tener un gobierno de derechas o de izquierdas, podrá convocar un referéndum separatista, y hasta pudiera perder Cataluña; pero no será un país verdaderamente democrático mientras vaya dejando este rastro de dolor y muerte. Levántense todos contra la violencia machista, hasta las piedras, hasta los muertos...

* Periodista