Hace menos de un año a Carl Ikeme, portero titular de la selección de Nigeria durante la fase de clasificación, le diagnostiaron leucemia tras unas pruebas de sangre rutinarias realizadas por el cuadro médico de su equipo, el Wolverhampton. Con 31 años Ikeme, nacido en Inglaterra pero internacional con Nigeria, estaba destinado a defender la portería africana en el Mundial de Rusia. Pero la lucha por la enfermedad le obligó a alejarse de los terrenos de juego y, a la postre, a olvidarse del sueño mundialista. Por eso, antes del trascendental Islandia - Nigeria, los jugadores islandeses han querido rendirle homenaje.

En la previa del partido, han posado con una camiseta del combinado vikingo con el dorsal número uno y el nombre de Ikeme. El gesto fue idea de Jón Dadi Bodvarsson, excompañero del carcerbero en el Wolverhampton y todos estuvieron de acuerdo en seguirle. Era cuestión de humanidad.

Essencia vikinga

"Hay cosas mucho más grandes que el fútbol", aseguraba el entrenador del combinado islandés, Heimir Hallgrimsson, preguntado por el gesto de sus jugadores. A lo que el capitán, Aron Gunnarsson, añadía: "Le deseamos todo lo mejor. Somos una gran familia". Y eso han demostrado.

Porque ante Nigeria se lo juegan todo; una victoria les situaría prácticamente en los octavos de final en su primer Mundial. Pero ellos prefieren seguir fieles a lo que son, a aquello que ha enamorado a más de un aficionado. Y esque, hay algo en el combinado islandés que lo vuelve cercano. Nadie sabe bien bien qué es. Puede que sean sus jugadores, la falta de estrellas o su afición. Lo que está claro es que son diferentes. Y este gesto de homenaje a Ikeme lo demuestra.