Concebida para suplir la carencia de una Escuela Oficial de Idiomas, que los políticos de turno habían dejado escapar, empezó su singladura con la ilusión de sus 350 alumnos, que hoy reducidos a 3, la han hecho inviable en medio de la indiferencia general... ¿Cómo se ha llegado a este fracaso? ¿Cómo es posible que una escuela pensada para la enseñanza popular que rellenase la laguna del aprendizaje de lenguas extranjeras, prácticamente gratuita, apenas 65 euros al año, haya tenido que cerrarse frente a la competencia de la enseñanza privada, siete veces mas cara?

Se impone una breve reflexión por parte de estos políticos de ciencia infusa, maestros de todo y aprendices de nada, que han profesionalizado la política y como elefantes en cacharrería destrozan todo. Ayer fue la Escuela Taller, la deficiente infraestructura de la Escuela de Música, hoy la Escuela Municipal de Idiomas y mañana, Dios no lo quiera, la enseñanza publica en franco retroceso.

Es la triste figura de la famosa España Vaciada que pierde servicios y población, que nos ha dejado en Tercera División al perder el listón de los 20. 000 habitantes. Ha sido la crónica de una muerte anunciada, una escuela acéfala con una dirección ausente centrada en Córdoba, sin un responsable político que cuidase y vigillase su funcionamiento, sin una mínima planificación, una autentica desconocida, para su potencial alumnado, haya degenerado su debilitamiento y su muerte.

¿Quién es el responsable político de este desastre? Ahora vendrán las carambolas de los reproches, pero al final se impondrá la sabiduría popular porque entre todos la mataron y ella sola se murió.