Y así habló Rubalcaba “eso es imposible, eso no es aconsejable, eso sería un Gobierno Frankenstein”; era imposible, era inadecuado, era una impudencia, pero fue: era 2 de junio de 2018

Ayer en la Mesa de Edad del Parlamento se nos ha aparecido Valle-Inclán trasunto en Agustín Zamarrón cuando pululaban las Luces de Bohemia por la histórica Cámara y se citaba el presidente del Consejo con un político preso y golpista puro principios del XX al zigzaguear este por entre los grupos como un Marqués de Bradomín cualquiera, puro esperpento, pura España, puro 1920.

¿Llegaremos con estos gobiernos progresistas y estas fórmulas, dicen unos atrabiliarias, dicen otros posmodernas, a aquellos autonómicos cantones de 1873 y a sus interesantes guerras, aquí Sevilla contra Utrera, allá Murcia contra Cartagena, y mil más por toda España?.

Otease que es ese nuestro feliz rumbo camino de la Edad Media, si pronto un Napoleón que con el nombre de Merkel, o con el nombre de Macron, no nos lo remedia