En esta sima se produce el primer accidente espeleológico de la provincia de Córdoba, al menos del que se tenga registro escrito. Concretamente, el 19 de marzo de 1966, el espeleólogo granadino Antonio Peinado Arrufat, de 19 años de edad, sufrió una caída en Talillas durante un ascenso por escala, a consecuencia de la cual sufrió graves lesiones en la columna vertebral. Sima de Talillas fue descubierta, oficialmente, el 8 de Julio de 1965 y explorada por primera vez el día 18 del mismo mes y año; aunque con toda probabilidad ya era conocida por los cabreros de Lagunillas.

La sima fue de nuevo explorada en años posteriores. Entre otras visitas, podemos registrar las del GESP el 7 de Diciembre de 1986, de nuevo en agosto y septiembre de 1989 y otras veces en 1992, 1994 y 1997. Muchos otros grupos de espeleología han penetrado en esta sima, que resulta muy atractiva tanto por sus características técnicas como por su belleza. De hecho, para muchos de los que la han visitado, esta es la sima más bonita de la comarca. Talillas posee una boca inestable sumamente peligrosa y un pozo final de unos 20 metros, totalmente aéreo y muy espectacular. Cuenta con una gigantesca sala de proporciones y altura extraordinarias, que es como una gran geoda plagada de todo tipo de formaciones en estado de desarrollo, encontrándose muy activas. Se pueden ver estalactitas, estalagmitas, coladas, banderas, excéntricas, gours, microgours, así como columnas de gran desarrollo. Es de destacar el buen estado de conservación dada la dificultad que entraña llegar a este lugar. Como es lógico, su acceso está limitado a personas experimentadas, que conozcan técnicas de espeleología.