El ministro de Fomento, José Luis Ábalos, trató de sacudirse ayer la presión de las derechas. «La Constitución no es solo una serie de artículos, ni se reduce al 155. Hay muchas más cosas», dijo en respuesta a la continúa petición de PP y Ciudadanos para que ese artículo se vuelva a aplicar en Cataluña. No los citó, pero también debía tenerlos en mente cuando criticó que haya quien «celebra a bramidos» su 40º aniversario, «como si fuera un arma frente a alguien, cuando fue todo lo contrario» y permitió «acabar con visiones excluyentes y exterminadoras».
«Que no venga ninguna derecha a decir que es constitucionalista, porque no lo es. La Constitución significa primero sumar. Es una norma básica de convivencia: hay que respetarse mutuamente», afirmó Ábalos en el acto de presentación de candidatos del PSOE de Madrid.
Explicó que la Constitución incorporó la declaración de los derechos humanos, que impide la discriminación de las personas con independencia de dónde nazcan. «¿Se puede ser xenófobo y constitucionalista? No. ¿Misógino y constitucionalista? Tampoco. Hay que tener memoria y no blanquear la historia», aseguró para a continuación calificar de «indecencia» la propuesta de Vox de derogar la ley de violencia de género con las estadísticas de mujeres asesinadas por sus parejas.
«Teníamos ultraderecha, pero estaba muy calentita dentro de PP. Se acabó la mamandurria de Esperanza [Aguirre] y montaron un partido», aseguró el secretario de organización del PSOE por el puesto que tuvo en la Comunidad de Madrid el líder de Vox, Santiago Abascal.
ESPAÑOLIDAD CASPOSA / Recordó que él había gritado «Democracia, libertad y estatuto de autonomía», lo que demostraba la importancia de las autonomías, a las que atribuyó el desarrollo vivido por el país. «Ser diverso no significa estar aparte. Es un quiero que me reconozcas como soy, porque quiero estar contigo, quiero formar parte de un proyecto», dijo y se opuso a que se deba «imponer la españolidad casposa» del «torero y el cazador» defendida por la derecha.
El ministro Ábalos también descartó la convocatoria de elecciones inmediatas: «Aún nos queda mucho que hacer y mucho daño por reparar. No nos vamos. A la derecha se le hace insoportable que estemos ahí y no le vamos a dar ese gusto. Vamos a seguir gobernando y por decreto, porque hay urgencia y necesidad».
El presidente de la Generalitat, Quim Torra, por su parte, pidió ayer al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, «que no se deje arrastrar por la derecha y la extrema derecha española» y «tenga coraje para entablar un diálogo abierto» con el Govern, en el que se aborde «el derecho a votar nuestro futuro en un referéndum». Respecto al Consejo de Ministros que se celebrará en Barcelona este viernes, Torra aseguró que «nosotros garantizamos, como no puede ser de otra manera, tanto la seguridad de la reunión como la libertad de expresión y de concentración.
La líder de Ciudadanos en Cataluña, Inés Arrimadas, afirmó ayer que en Cataluña «hay una sensación de desamparo enorme» y pidió al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que «defienda a los catalanes» del presidente de la Generalitat, Quim Torra, que «anima a los CDR violentos».
En declaraciones a los periodistas, Arrimadas aseguró que «la situación es complicada» y que «la semana que viene se prevé el caos por parte de los CDR, prácticamente convocados por el Govern de la Generalitat que se ha negado a instarles a que abandonen sus actividades ilícitas». En su opinión, es lamentable que «la misma semana que Torra defiende la vía eslovena, que es la vía de la guerra y la violencia, Sánchez responda con una carta y una petición de reunión».
«El Gobierno de España no piensa en los ciudadanos de Cataluña ni en solucionar el problema catalán, sólo piensa en cómo alargar su presidencia unos meses más», dijo. Arrimadas pidió a Pedro Sánchez que proteja a los catalanes «antes de que pase una desgracia» y que escuche a los ciudadanos de Cataluña. «Sánchez no se da cuenta de que los CDR tienen la protección de la Generalitat y que hay mossos que están pidiendo las órdenes por escrito porque sus actuaciones van en contra de la dinámica normal de un cuerpo de seguridad», concluyó.
