Cuesta trabajo hablar del yacimiento de Cercadilla como el lugar en el que se encuentran los restos del palacio del emperador Maximiano Hercúleo (siglos III-IV). Conocidos los antecedentes, el daño causado por las obras que permitieron la llegada del AVE a Córdoba y los escasos recursos destinados, en estos momentos es poco más que un solar junto a la estación de trenes en el que nadie se detiene, aunque haya sido objeto de trabajos arqueológicos por parte de la Junta de Andalucía. Algunos intentos de «ponerlo en valor» se han llevado a cabo, y de hecho estuvo abierto diez años, para luego decaer. Es buena noticia, por tanto, la decisión del equipo de gobierno municipal de dar un paso al frente para asumir su gestión y abrirlo a las visitas. La junta de gobierno local aprobó ayer el convenio que se suscribirá con la Agencia Andaluza de Instituciones Culturales de la Junta para permitir la intervención del Ayuntamiento en este espacio declarado BIC, de propiedad municipal pero gestionado por la Administración andaluza desde 1991. La idea es hacer trabajos de acondicionamiento e iluminación, y, con el material de difusión que facilitará la Junta, abrirlo al público tras el verano. Si se consigue, y se capta la atención de cordobeses y visitantes, al menos Cercadilla no caerá en el olvido y tendrá más posibilidades de conseguir recursos públicos para seguir investigando y reflotando esa parte de nuestro pasado.