Todos los pilotos han llegado más musculados a los entrenamientos de Fórmula 1 en el circuito español de Montmeló. El nuevo reglamento permite llegar los 80 kilos sin penalizar las prestaciones del monoplaza como sucedía en temporadas anteriores, lo que mantenía a los pilotos al borde la anorexia. Pero el coche que presume de más músculo es Ferrari. Sebastian Vettel completó 169 vueltas sin ningún problema, con un vehículo equilibrado desde el primer kilómetro, capaz de parar el crono en 1.18.191, dos segundos más rápido que el mejor tiempo del año pasado a estas alturas.

«Todos tenemos ganas de fijarnos en los tiempos. Querrías ser el primero en cada sesión, pero ese no es el objetivo de este test. He visto el tiempo de Ferrari, han sido muy rápidos, es un súper tiempo», reconoció Toto Wolff, máximo responsable de Mercedes, al que no se le escapó que Vettel consiguió ese tiempo en una tanda larga y con un neumático medio. Más que el tiempo, a Wolff le preocupa que Ferrari y Alfa Romeo -el segundo equipo de los de Maranello- pusieron en pista un alerón delantero -el mayor cambio en el reglamento- distinto al del resto de equipos.