Nada de cánticos ni de miles de aficionados por las calles, los hinchas rivales ya no fueron un peligro y Buenos Aires fue más frío que el propio invierno madrileño, eso fue lo que vivieron los jugadores de Boca Juniors al regresar a Argentina, donde el silencio a su paso les recordaba a cada segundo que no fueron campeones de la tan deseada y polémica Copa Libertadores.

Y pero aún, mientras su acérrimo rival deportivo se prepara para el Mundial de Clubes, los de Boca comenzarán sus vacaciones ya que no tienen partidos previstos hasta enero de 2019. Así que los subcampeones de América, llegaron al aeropuerto bonaerense Ministro Pistarini, ubicado en Ezeiza sin ningún recibimiento especial y ellos tampoco hablaron con la prensa.

El centrocampista Fernando Gago, quien se retiró lesionado, no se subió al autobús junto a sus compañeros y se fue primero en un auto particular. Ningún hincha del Xeneize se acercó al aeropuerto a recibir al equipo, que volverá a los campos recién el año que viene.

LA TRISTE AGENDA DE BOCA

Mientras que River Plate se quedó en Madrid y viajará desde allí directamente a los Emiratos Árabes Unidos para disputar el Mundial de Clubes, Boca Juniors jugará el último fin de semana de enero ante Newell's Old Boys por la Superliga argentina. Sin embargo, antes deberá disputar dos partidos pendientes, uno ante San Martín de San Juan, que lucha por mantener la categoría y otro el ante Atlético Tucumán, que es tercero, con 28 puntos, ninguno de estos encuentros todavía han sido programados.

En la liga local, Boca es quinto con 24 puntos, a doce del líder Racing Club, que tiene 36 unidades y lo más probable es que el entrenador Guillermo Barros Schelotto no renueve su contrato y que Boca Juniors tenga un nuevo técnico en estos encuentros.