Guiado por su afición a las tradiciones y los objetos con historia, heredada de su padre Antonio García Herruzo, maestro, investigador y pregonero de la Virgen de Luna; el joven Juan Diego García Bajo descubrió, hace ahora alrededor de un año y medio, un tesoro para los fieles de la Virgen de Luna, Patrona de los municipios de Pozoblanco y Villanueva de Córdoba en plena comarca de Los Pedroches. Se trata de 4 fotografías esteroscópicas que recogen imágines inéditas de la Virgen de Luna y su romería a principios del siglo pasado en tres dimensiones. Es una auténtica rareza de un gran valor patrimonial que forma parte de una importante colección de casi 500 fotografías de este tipo que contienen escenas de la vida cotidiana, de una procesión con la imagen de la Virgen de los Dolores de Villanueva de Córdoba que fue quemada en la contienda civil española, escenas de campo, de caza; de lugares como Montoro, monumentos como la Torre de la Calahora, la Mezquita, la Puerta de Almodóvar o el Puente Romano en Córdoba, pero también de Sevilla y Granada; de viajes por la ruta de la Mesta o incluso una operación quirúrgica hechas aparentemente por el propietario de la cámara que por aquel tiempo debía residir en Villanueva de Córdoba.

En las cuatro fotografías que corresponde a la devoción por la Virgen de Luna se puede ver la imagen de la Virgen en su templete tras el altar del santuario de la Jara, tanto esa imagen como el templete fueron destruidos durante la Guerra Civil, y de él con la Patrona no se tenía ninguna imagen hasta ahora. Además, gracias a las fotos se pueden observar detalles inéditos del interior de la ermita y contemplar cómo era el entorno del santuario, las edificaciones que ya no existen porque fueron remodeladas, como la antigua casa de los cofrades de Pozoblanco y los densos jarales que poblaban el lugar que llegaban a los antiguos muros desaparecidos del recinto y que ahora han dado paso a una gran explanada y zonas limpias de monte.

La fotografía de la Virgen se pudo ver en la noche de este viernes presidiendo el pregón de la romería que hoy celebra Pozoblanco y también hoy la podrán disfrutar, junto a otras fotografías, en el entorno del santuario los romeros que acudan para acompañar a su Patrona en su regreso a Pozoblanco.

Juan Diego García Bajo, natural de Pozoblanco, se encontró las fotografías de la ermita de la Virgen de Luna y el resto de la colección de fotografías en la cámara olvidada de una casa antigua de Villanueva de Córdoba a donde había acudido buscando una antigua cocina de leña de hierro fundido.

Durante esa visita la persona que hacía de anfitrión le invitó a subir a la cámara por si encontraba allí algún otro objeto de su interés. «De pronto pisé un cristal, pensé que había roto algo y me agaché a recogerlo», cuenta. «Cuando lo tuve en mis manos me di cuenta de que era una fotografía antigua en cristal. La estancia estaba totalmente abandonada y por los excrementos se veía que los palomos habían campado a sus anchas», explica mientras relata que tras ver la fotografía comenzó a rebuscar, se fue encontrado más fotos lo que le hizo volver a los pocos días y adquirir las placas de cristal fotográficas (positivos y negativos), dos cámaras de fotos francesas, el visor esteroscópico que permite ver las imágenes grabadas en las placas de cristal en tres dimensiones y otros elementos para ampliar las fotografías de aquella época.

La estereoscopia

Las leyes ópticas que rigen la técnica de la estereoscopía fueron formuladas por el físico inglés Charles Wheatstone (1802-1875) en el año 1832. Las fotografías estereoscópicas están formadas por dos imágenes tomadas desde el mismo punto de vista pero con una ligera diferencia de ángulo entre ellas. La idea es que el cerebro, al igual que ocurre con la visión humana, en la que nuestros ojos reciben cada uno una imagen diferente, es capaz de unir ambas imágenes formando una sola que es la que produce una visión tridimensional. Para conseguir esto se hacen necesarios tres elementos: la cámara fotográfica, la imagen y el visor. Fue a mediados del siglo XIX, durante la Exposición Universal de Londres cuando se dio a conocer esta nueva técnica que se tenía por la más avanzada de su tiempo y supuso una gran revolución en su momento.

La afición por la fotografía esteroscópica llegó también a la comarca de Los Pedroches, según se ha descubierto ahora.

Hoy, tras un intenso trabajo de limpieza y catalogación, Juan Diego García Bajo dispone de una magnífica colección de fotografías en 3D de principios del siglo pasado, en muchas de ellas aparece la fecha en las que fueron realizadas. Por ejemplo, el año 1914 pero también en 1923. Su actual propietario no sabe que hará con las mismas en el futuro «no lo he pensado, quizás vayan a algún museo para que puedan disfrutarse, me dolería desprenderme de ellas, pero quizás ese sea su sitio». Sentenció.