La obra de la Torre de la Inquisición es la única que hay en marcha de las incluidas en el Plan Turístico de Grandes Ciudades, del que ha habido una comisión de seguimiento en la que se ha cifrado su grado de ejecución en el 80% sin contar con el Templo Romano ni con Regina, según explica la primera teniente de alcalde y responsable de Turismo, Isabel Albás. La obra del Templo Romano sigue parada desde primavera, mientras que la del convento ni siquiera se ha iniciado después de que la adjudicataria renunciara a ella. Falta también la iluminación de la Puerta del Puente. El proyecto del Templo Romano continúa a la espera de la resolución del contrato. Albás indica que «está pendiente del informe de contratación».

En cuanto a Regina, hubo un dictamen del Consejo Consultivo que obligaba a iniciar de nuevo el expediente de resolución tras haber caducado. La junta de gobierno ya ha declarado la caducidad y acordado el inicio de otro expediente, en el que no hay que repetir todos los trámites, aunque sí hace falta informe del Consultivo, para poder dar por cerrada la adjudicación del 2018 y buscar a otra empresa. En cuanto a la iluminación de la Puerta del Puente, ha tenido un dictamen desfavorable de Cultura, que no considera «conveniente la iluminación en colores al alterar la percepción del monumento», señala Albás, por lo que el expediente está parado. Todas las actuaciones que quedan del plan turístico deben estar acabadas antes del 1 de junio del 2020 y justificadas antes del 31 de julio, lo que, según Albás, «es inviable». El Ayuntamiento ha anunciado que pedirá una cuarta prórroga, aunque Albás asegura que «no está nada cerrado» todavía.

La Torre de la Inquisición

Dentro del plan, y según Albás, quedan 90.000 euros por ejecutar para el equipamiento y actuaciones complementarias en la Torre de la Inquisición. El futuro de la torre es ser un centro de interpretación en el que se explicará la etapa en la que el Alcázar desempeñó la función de cárcel de la Inquisición y el papel que tuvo entre finales del siglo XV e inicios del XIX. Tras la restauración se podrán contemplar elementos de su pasado defensivo y de su etapa como cárcel, entre ellos, marcas de un prisionero, el volumen original de las saeteras y un hornillo de carbón. Dos salas (antiguas celdas) albergarán los elementos museográficos. Uno de los atractivos de la visita será su terraza.

El objetivo del gobierno local es que el 80% del Alcázar sea visitable en cuatro años y no solo el 20% como ocurre ahora. Tras la Torre de la Inquisición, quedan otras actuaciones, entre ellas, la restauración del lienzo de muralla de la Puerta Barroca y del Patio Mudéjar, los caminos de ronda y la Torre del Homenaje.