Rabanales 21 ha promovido un cambio de uso de parcelas en el parque científico y tecnológico con el objetivo de favorecer su venta. El consejo rector de la Gerencia de Urbanismo aprobará de manera inicial el miércoles una modificación del plan parcial del parque que no es reciente, ya que fue solicitada en diciembre del 2018, hace dos años. Hay que recordar que el parque se encuentra ahora inmerso en pleno concurso de acreedores.

El objetivo es, por un lado, que ocho parcelas que están calificadas como "zona de investigación y desarrollo" (ID) pasen a ser de "investigación y producción" (IDR); y, por otro, la introducción del uso industrial en tercera categoría como compatible en todas las manzanas de investigación y desarrollo y como global en las de investigación y producción. El fin es hacerlas más atractivas para su venta. Las industrias de tercera categoría son las que requieren una ubicación específica, ya que son incompatibles con la vivienda. La directora del parque, Eva Pozo, asegura que la finalidad es que se ordene la zona de innovación y producción que hay al norte del recinto, incorporando una manzana más.

Urbanismo ve conveniente la modificación que permite el cambio de calificación, ya que "la instalación de empresas de innovación y desarrollo puro en estas manzanas sería de difícil consecución y, por lo tanto, dejaría el parque tecnológico inacabado en su ala noroeste". Además, indica que el mantener el 15% de la edificabilidad para usos de I+D en las parcelas de investigación, desarrollo y producción hará que haya "una carga significativa" de innovación. El organismo municipal también ve adecuada la introducción del uso industrial de tercera categoría, que "permitirá completar el abanico de empresas con posibilidades de implantación en la zona, facilitando un más rápido desarrollo del sector".

Urbanismo considera que el cambio de zonificación "no supone una modificación integral del ámbito, ni tampoco una alteración sustancial de la ordenación estructural establecida en el PGOU", al igual que la introducción del uso industrial de tercera categoría. La Consejería de Agricultura, que ya ha emitido el informe ambiental estratégico, no ve efectos significativos sobre el medio ambiente siempre que se cumplan las determinaciones ambientales del mismo.

Los cambios de denominaciones de las parcelas y la posibilidad de modificar usos eran medidas incluidas en el plan de viabilidad que aprobó Rabanales 21 hace tres años y que, más allá de la ampliación de capital, no se han llevado a la práctica.