El PP denunció ayer la forma en la que Urbanismo dio licencia en julio para el concierto de Kiss en la plaza de toros dentro del Festival de la Guitarra. Su viceportavoz, Salvador Fuentes, criticó la «doble vara de medir» al actuar de una forma frente a los particulares y de otra con el gobierno local. Tanto él como el concejal Luis Martín se refirieron a un informe de Urbanismo, firmado el 11 de julio y notificado el 12 (el día del concierto), que fue «desfavorable» y que incluía «una decena de observaciones» por no cumplirse las condiciones de «seguridad, salubridad, accesibilidad, protección acústica y contra incendios». Sin embargo, y según relató Martín, todo «se resuelve en 24 horas».

Según Martín, el día 12 hubo un nuevo informe de Urbanismo para responder a otro del promotor del concierto, con el que se autorizó «excepcionalmente» con una reducción de aforo, que pasó de 10.000 a 5.553 personas. «Ya no estamos hablando de licencias exprés, como la de Cecosam, sino de permisos dados en horas, minutos, en mañanas», señaló Martín, que añadió que el expediente no concluyó hasta un día después del concierto, ya que «de la resolución tomó conocimiento el secretario el 13 de julio». Sin embargo, lo más llamativo para él es que el concejal de Cultura, David Luque, manifestó que el concierto tuvo «de 6.500 a 7.000 asistentes». Por ello, exige al equipo de gobierno que dé explicaciones de «cómo se otorgó esta licencia y de qué medidas se adoptaron para dar cumplimiento a la reducción del aforo».

Por su parte, el presidente de Urbanismo, Pedro García, respondió que «las licencias no tienen horario» y que «lo importante es que vengan con todos los parabienes técnicos» y la de Kiss «los tenía». «Si hay alguna irregularidad es lo que hay que ver, no la hora», afirmó. García reconoció que, «según el interés público y la necesidad del momento, hay prioridades», ya que «si tardáramos un año en dar una licencia para un concierto en Córdoba, no habría». García recordó al PP que «ellos tardaron tanto que en su época hubo conciertos que ni se dieron», en referencia al suspendido de Malú.