La policía busca a una serie de personas que presuntamente ha podido ser estafados por personas que se dedicaban a la videncia o a la santería. Como ya informó este periódico, la denuncia de una perjudicada en Córdoba marcó el inicio de una investigación realizada desde Córdoba, que dio como fruto la detención en Palma de Mallorca de nueve personas, todas ellas de nacionalidad brasileña, dedicadas organizadamente a la realización de numerosos delitos de estafa por el sistema de la videncia o santería. Parte de la organización se había alojado en un hotel de Córdoba y publicitaron su actividad y la distribución de pasquines donde anunciaban sus servicios y facilitaban teléfonos de contacto.

Su modus operandi consistía en la videncia a través de cartas, de caracoles o de la mano, siendo los perfiles de sus clientes personas con graves problemas personales o de salud. Hecha una buena difusión propagandística, lograron llamar la atención de personas con problemas, que iban desde enfermedades terminales a desencuentros amorosos y que acudieron mediante cita telefónica e impactados por los argumentos empleados en la publicidad.

Los estafadores, una vez seleccionada la víctima en función del problema y de su potencial económico, exigían para su solución la máxima cantidad de dinero o efectos de valor. La supuesta vidente dejaba claro que el dinero o los efectos de valor llevados solo eran necesarios para la celebración del ritual que duraba una semana, al cabo de la cual les serían devueltos. Durante dicho tiempo, la víctima tenía que acudir por la mañana y por la tarde a la consulta y por la noche telefónicamente la estafadora le exigía la continuación de los ritos que le había indicado, en el propio domicilio.

De esta manera el control mental y la manipulación de la víctima era total por la constancia en el seguimiento del ritual. El último día quedaron con todas las personas, por separado y en horarios diferentes con el fin de devolverles el dinero entregado, pero con gran habilidad, daban "el cambiazo" a la caja o bolsa que las víctimas les habían entregado, por otra similar, pero sin que contuviera el dinero o los efectos de valor depositados.

Las gestiones policiales determinaron que este mismo grupo había actuado en Zaragoza, La Coruña y Vigo, a la vez que han transitado por Avila y Valencia.

En los registros efectuados se les intervino la publicidad de Zaragoza, muchos de los efectos utilizados para realizar el ritual, así como 77.850 euros en efectivo y gran cantidad de joyas.La policía continúa con las gestiones tendentes a conocer, entre otros datos, la identidad de los perjudicados en esta ciudad de Córdoba, dado que hasta la fecha existe una sola denuncia.