Se cumplen dos meses de la entrada en vigor la nueva normativa de circulación que afecta a los vehículos eléctricos de movilidad personal (patinetes y bicicletas) y las denuncias de la Policía Local a los usuarios de estos medios de desplazamiento suman un total de diez. Según fuentes municipales, los agentes locales tienen constancia, además, de que desde principios de año, los conductores de patinetes eléctricos se han visto implicados en 5 accidentes de tráfico mientras que los incidentes con usuarios de bicicleta suben hasta 7.

Se trata ésta de una opción de transporte sostenible al alza. Así lo entiende el presidente de la Asociación cordobesa de Vehículos Eléctricos de Movilidad Personal (VMP), Rafael Escudero, quien señala que “el patinete no es un juguete y ha venido para quedarse. Es un vehículo muy barato y a los adolescentes de 16 años en adelante les viene especialmente bien para sus desplazamientos”. Eso sí, apunta Escudero, que sobre todo hay que hacer un uso adecuado y responsable de los mismos para evitar accidentes e incidentes. “En esos dos meses de borrador es verdad que la Policía ha dejado durante un tiempo bastante manga ancha pero ya empiezan a multar a quienes van dos en el mismo vehículo, por aceras o por paseos peatonales. Si se hace mal uso del patinete deben sancionarlo” sentencia concretando que esto sucede con predominancia en barrios como el Sector Sur o el Parque Figueroa.

Pero también hay muchos usuarios que usan el patinete eléctrico para ir de casa al trabajo y viceversa. Ese es el caso de Álvaro Perea, cordobés de 44 años que lo utiliza a diario para ir desde la zona de Levante, por donde vive, hasta el centro. “A mí no me han multado ni me van a multar porque ni puedo coger velocidad ni lo haría. Además voy con casco, que no es obligatorio y uso el carril bici”, explica. Álvaro se confiesa un asiduo a la bicicleta para sus desplazamientos desde que iba al instituto pero se la robaron en un par de ocasiones y optó por el VMP. “Le pedí permiso a mi empresa para poder dejar el patinete dentro de las instalaciones y conforme me autorizaron me hice con uno”. Además para él, en este tiempo de pandemia, se ha convertido “en mi salvación porque prefiero ir a trabajar por este medio a usar el transporte público”.

Desde la Asociación que preside Rafa Escudero se presentó a la concejalía de movilidad unas modificaciones al borrador de la normativa sobre ciertos aspectos relacionados con las zonas autorizadas de circulación. “Estamos de acuerdo en no circular por la acera para preservar la seguridad de los peatones pero hemos solicitado que calles como Cruz Conde o Concepción, donde por anchura o acceso de coches para acudir al trabajo, se nos permita circular en ciertos tramos horarios”.

Desde este colectivo se hace también hincapié en la necesidad de realizar una campaña de comunicación, dirigida a los coches, sobre las ciclocalles, (vía unidireccional limitada a una velocidad máxima de 30 km/h, en la que las bicicletas tienen preferencia), además de mejorar la señalación vertical y horizontal de las mismas. “No ha habido un accidente gordo aún porque la mayoría de los que usamos patinete no vamos por esas calles”, reclama Escudero.

Para Álvaro Perea, el hecho de que haya usuarios de patinete por las aceras se debe a que “no lo tienen claro todavía. Yo sí sé, por un grupo de Telegram de patinetes en el que estoy metido, que no se puede ir por la acera pero también dependerá de la velocidad a la que vayan circulando. La prudencia tiene que primar”, explica.

Cabe recordar que desde el sábado 2 de enero los patinetes eléctricos no pueden circular por las aceras y zonas peatonales ni superar los 25 kilómetros por hora de velocidad, además de que sus usuarios deben cumplir las normas de circulación como el resto de vehículos. Además es recomendable que dispongan de un seguro a terceros.

Actualmente, según el presidente de la Asociación cordobesa VMP, en Córdoba capital hay un parque de patinetes eléctricos que supera los 2.500 usuarios.