¿Cree que ha afectado más al comercio de cercanía que a otros sectores la crisis del covid-19 y por qué?
Es evidente que somos uno de los sectores más afectados por la crisis sanitaria y sus consecuencias socioeconómicas y más aún teniendo en cuenta que el sector arrastra los daños que sufrió durante la fortísima crisis del 2007, que castigó especialmente al comercio de cercanía, que en los últimos años no ha remontado, sino que solo ha podido mantenerse en el mejor de los casos. Pues bien, toda esta situación ha empeorado con la pandemia, el confinamiento y los meses posteriores de vuelta a la normalidad. Y sigue empeorando, porque actualmente no se remonta y se mantiene la tendencia, sin perspectivas y ya a las puertas de la siempre importante campaña de Navidad. El consumo ha caído durante este periodo pasado a cotas jamás conocidas en la historia.
¿Cuáles son los principales problemas que observa en el comercio de cercanía en la actualidad?
Además de las circunstancias ya apuntadas, que se vienen padeciendo por las consecuencias de una larguísima crisis económica, de la que el comercio de cercanía aún no ha tenido tiempo de cicatrizar sus heridas, el sector lleva décadas sufriendo ataques de grandes formatos comerciales que han ido relegando a los negocios cercanos, a las familias y a una forma de entender el consumo. Pero ahora, además, y por las necesidades del confinamiento que multiplicó esta otra forma de comercio, nos enfrentamos a la venta on line. Es verdad que el comercio de cercanía puede adaptarse e, incluso, incorporar esta modalidad en beneficio propio, pero la realidad es que es una forma de negocio que en su mayoría la manejan unos pocos operadores a nivel mundial.
¿Qué acciones cree que se deben adoptar desde las distintas administraciones públicas?
Solo voy a decir una acción necesaria: valentía por parte de las administraciones.
¿Qué importancia debe tener el comercio de cercanía para Córdoba?
La importancia que debe y tiene el comercio de cercanía es vital. Esta actividad supone para Córdoba el 33% del empleo y del autoempleo. Pero además de trabajo, damos vida a las calles, a los barrios. La relación es muy sencilla de observar: cuanto más comercio de cercanía hay, más vida tiene una ciudad. Y si además se trata de un comercio vivo y activo, más calidad de vida tendremos en general en el resto de facetas de la vida social y económica de una ciudad. Somos los más cercanos al consumidor, a las familias, porque somos ellos, pertenecemos a la propia zona en la que tenemos abiertos nuestros negocios abiertos. Hay que recordar que el comercio de cercanía es patrimonio de todos.
