La hermandad filial del Rocío de Córdoba ha iniciado su camino hacia la aldea almonteña este jueves, desde su sede canónica en la iglesia de San Pablo.

El cortejo ha partido al término de la tradicional misa de romeros, no sin antes recorrer la ciudad en una procesión que ha pasado por la Mezquita-Catedral.

La filial cordobesa, cuenta este año en su veintena de carretas con tres "carrozas" con "príncipes" muy especiales, tres jóvenes afectados de parálisis cerebral de la asociación Discamino. El responsable de esta asociación de Vigo, Javier Pitillas, ha explicado a Efe la ilusión con la que Antonio, un joven cordobés de 19 años con parálisis cerebral; Jorge, un gaditano con la misma enfermedad, y Gerardo, un gallego de 40 años sordociego, llevan preparando su primera peregrinación a la ermita de El Rocío con la hermandad romera de Córdoba.

"Están encantados con la experiencia. ¿Cómo van a recorrer casi trescientos kilómetros andando durante nueve días? En unas 'carrozas'", ha explicado Pitillas, unos aparatos llamados "Joelette" donde cuatro porteadores, dos delante y dos detrás, llevan el peso de estos tres romeros tan especiales, como el tradicional juego infantil de "la sillita de la reina" pero teniendo como "realeza" a Antonio, Jorge y Gerardo.

Discamino nace en Vigo y sus principal reto es realizar el Camino de Santiago en estos medios de transporte y ya llevan a sus espaldas 35 caminos con más de 142 personas con alguna discapacidad severa.