El calor fue ayer de nuevo el protagonista de la procesión del Corpus más tardía de los últimos años. A las 19,00 horas, el volteo de las campanas de la Catedral anunciaba que la misa iba a dar comienzo, para entonces las cofradías ya llevaban horas trabajando en las calles aledañas al primer templo de la diócesis para levantar los efímeros altares en unas calles cubiertas de juncia y romero pero con menos público que otros años, sin duda, por el calor.

Mucho más agradable era la temperatura del interior de la Catedral, donde el obispo, Demetrio Fernández presidió la solemne eucaristía, a cuyo término se comenzó a formar el cortejo que un año más llevaría la procesión a las calles con un recorrido centrado en el entorno de la Mezquita-Catedral.

La Custodia de Arfe volvía a brillar en el Patio de los Naranjos mientras la banda del ejército le rendía honores. Tras el paso, por primera vez en varios años se pudo ver al alcalde de la ciudad, José María Bellido, en representación del Ayuntamiento.

Comenzaba a andar la procesión del Corpus, que a todas luces necesita una urgente revisión. No obstante, un año más las cofradías volvieron a salvar la celebración en la calle, gracias a la participación en el cortejo así como el montaje de los altares a lo largo del recorrido. Unos montajes que tendrían que estar más horas expuestos, casi desde la noche anterior, para que se pudieran visitar con tranquilidad y, por supuesto, sin el calor, más si cabe cuando la festividad cae tan tarde como en esta ocasión.

A pesar de estos inconvenientes, un total de catorce cofradías (Expiración, Amor, Misericordia, Merced, Remedio de Ánimas, Paz, Sangre, Huerto, Carmen de Puerta Nueva, Penas de Santiago, Pasión, Sentencia, Archicofradía del Carmen de San Cayetano y pro-hermandad de la Salud de Puerta Nueva) trabajaron desde primeras horas de la mañana para que todo estuviera a punto al paso de su Divina Majestad. Cada hermandad le dio su sello característico jugando con la iconografía vinculada a la cofradía o recordando alguna efeméride, como el año jubilar del Sagrado Corazón de Jesús.

También la música estuvo muy presente, además de la banda del Cristo del Amor, que abrió el cortejo, algunas hermandades como la Misericordia o la Merced interpretaron a los pies de sus altares composiciones eucarísticas para gloria y honor de Jesús sacramentado.

Ya entrada la noche el paso de la Custodia de Arfe llegó a la Puerta del Puente, allí, junto al altar que instala el Cabildo Catedral, tuvo lugar la tradicional bendición y posterior alocución del obispo. El prelado, dirigiéndose a los fieles, señaló que: «En este año jubilar del Sagrado Corazón pedimos al mismo Jesucristo, que crezca en nuestras parroquias y en toda nuestra diócesis el espíritu de adoración».

Poco después la Custodia hacía su entrada en el primer templo de la diócesis por la Puerta del Perdón.