Hay asuntos que hay que tratar con cautela ya que, se miren por donde se miren, pueden herir sensibilidades. El asunto que nos ocupa es uno de ellos. Esta es la historia de un gato que se subió a un árbol que estaba en un colegio, en la capital, un centro concertado que funciona en Fátima desde 1982 certificado como ecoescuela.

El gato que se subió al árbol que estaba en dicho colegio de Fátima parecía no querer bajar. Así pasaron los días hasta que la dirección del centro, alarmada por los vecinos, preocupados todos por el gato, decidió llamar a los bomberos para que lo bajaran. Dos días después del rescate, el gato volvió a subir al mismo árbol. Para entonces, el felino ya era bien conocido en el entorno. Una señora acudió al colegio y pidió que le permitieran ponerle comida y agua para hacer que bajara, pero el centro desestimó la propuesta para «evitar que la comida fuera alimento de ratas o que cayera en manos de los alumnos», por lo que anunciaron que llamarían a Sadeco para que se hiciera cargo del animal. Ese mismo día, mientras los alumnos asistían a clase, el conserje del centro, que vive en una casa junto al colegio y tiene dos perros, decidió montar un andamio para bajar al gato, ante las numerosas llamadas recibidas. Ese día, el gato murió. Según el centro, cuando el felino descendía, los perros se soltaron y lo atacaron, falleciendo en el instante. Hasta aquí la versión del colegio.

Por su parte, la Comisión contra el Maltrato Animal CIMA ha presentado una denuncia ante la Policía «fruto de una investigación» que, según su portavoz, Emilia Moreno, les ha permitido recabar el testimonio de cuatro testigos presenciales que afirman que «el conserje golpeó el árbol para hacer que el gato bajara» y que después «se sirvió de sus perros, a los que azuzó contra el gato, y estos lo destrozaron y lo mataron», tras lo cual «declaró que era un simple gato». Esta versión ha sido compartida en redes sociales en los últimos días, lo que ha generado indignación y todo tipo de comentarios e insultos hacia el colegio y su portero, generando también a su vez la indignación en el centro, que, tras emitir un comunicado a los padres, ha indicado su reserva de tomar medidas legales por «el uso de las redes sociales para mentir, difamar, injuriar y calumniar al colegio y a su conserje».

Fuentes de la Policía Nacional informaron ayer de que, de momento, ya han completado la investigación correspondiente, sin perjuicio de que se reabra si se presentan nuevas pruebas ante la autoridad judicial. Seguiremos informando.