Prudente optimismo. Con estas dos palabras se podría sintetizar el momento que atraviesa el sector de la construcción en estos momentos. Pasada la crisis originada por la famosa burbuja inmobiliaria y una vez agotado, según indican los expertos, el stock de vivienda nueva generado tras la caída, parece que el horizonte que se vislumbra no es desalentador. Así al menos se pronunciaba ayer Antonio Álvarez, presidente del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria, en la inauguración de la segunda edición del Salón Inmobiliario de Córdoba (Sicor 2018). Álvarez indicaba que actualmente «está reafirmándose la recuperación. De un par de años para acá hemos pasado a un buen nivel de transacciones inmobiliarias tanto en nueva como en usada». En los últimos meses ha sido la vivienda usada la que ha mantenido activo el negocio, al representar un 80% del total. Pero eso va a cambiar, indica, porque, «ya se está empezando a construir y a vender viviendas de esas nuevas promociones. Este año se notará esa diferencia».

En concreto, ya «hay un parque de unas 2.300 viviendas listas para entregar», apunta. Pero esta recuperación se está haciendo con algo más de prudencia, «porque las entidades financieras miran mucho mejor a quién le hacen los préstamos», aunque también aquí se ha notado esta mayor actividad. En ello está influyendo también el alto precios que están alcanzando los alquileres.

Para el presidente de CECO, Antonio Díaz, «es una realidad que hay una reactivación y otro dato es que las entidades financieras están facilitando la firma de hipotecas, pero hay que ir con los pies en el suelo». Por su parte, Ana Carrillo, presidenta del Instituto Provincial de Desarrollo Económico, recordó que la compraventa de viviendas en Córdoba está por encima de la media de Andalucía.