Ella tiene 23 años y él, 31. Se conocieron hace un año y tres meses y, en solo unas semanas, verán la cara de su bebé. Esta historia de amor acelerado empezó con un click en Facebook. Francisco Manuel, un modelo cordobés con muchas seguidoras, le dio un Me gusta a Cristina, pero ella pensó que se trataba de un perfil falso y no contestó. «Al cabo de unos días, insistió y empezamos a hablar... una semana más tarde, fui a verlo a La Carlota y allí surgió el amor», confiesa ella sonriente mientras él afirma, por detrás: «A partir de ahí, empezamos a vernos todos los días y al mes,nos fuimos a vivir juntos de alquiler hasta que, tres meses después, nos compramos una casa». Desde el primer momento, lo tuvieron claro, muy claro, tan claro que fueron a buscar descendencia. «Quizás somos una excepción porque los dos trabajamos y estábamos emancipados cuando nos conocimos, muchos jóvenes no pueden hacerlo por falta de medios», explican. Ella vende ropa como autónoma y es teleoperadora y él es modelo influencer de Instagram.

¿Qué les enamoró al uno del otro? «El físico, lo primero», dicen al unísono, «y luego que había feeling, mucha química y nos pasábamos el día hablando». Según Cristina, «conseguir una persona con la que conectes cien por cien es muy difícil, yo creo que cada vez somos más exquisitos, pero nosotros encajamos a la primera». Ambos han tenido experiencias previas y han tenido la oportunidad también de vivir solos, sin pareja. Convencidos de que son el uno para el otro, tienen previsto casarse en cuanto ella dé a luz. «Aún no tenemos fecha porque quiero recuperar mi cuerpo antes», sentencia ella. Muy románticos los dos, según confiesan, celebran cada año San Valentín y hoy no podía ser menos. «Nos haremos algún regalito y luego saldremos a cenar».