Cayetano Pleguezuelos Manzano, un joven biotecnólogo cordobés de 27 años, es uno de los autores de una investigación que puede dar un vuelco al tratamiento y prevención del cáncer de colon. Este investigador, que realiza actualmente estudios de doctorado en el Hubrecht Institute de Holanda, ha logrado demostrar, junto a los investigadores Hans Clevers y Ruben van Boxtel, que las mutaciones que se localizan en el cáncer pueden estar causadas por una bacteria que se encuentra en el colon de muchas personas.

Se trata de una cepa específica de la bacteria escherichia coli, que, al parecer, induce un patrón de mutaciones en el ADN de pacientes con cáncer de colon, lo que implica que fueron causadas por estas bacterias dañinas.

Según la información facilitada por Hubrecht Institute, que este jueves ha sido publicada en la revista Nature, el cuerpo humano contiene más bacterias que células humanas, la mayoría de las cuales contribuyen a la salud, aunque algunas pueden provocar enfermedades. Los estudios realizados permiten afirmar que la escherichia coli es una de esas bacterias, al ser genotóxica y producir una molécula que puede dañar el ADN de células humanas.

«Para desarrollar este estudio, hemos utilizado una tecnología llamada organoides, que son minirréplicas de órganos intestinales, a los que hemos expuesto a esta bacteria», ha explicado Pleguezuelos.

Las mutaciones que ocurren en las células cancerosas hacen que se multipliquen generando un tumor y la exposición a agentes como los rayos UV o el tabaco pueden causar daños directamente al ADN, lo que aumenta las posibilidades de que células que a priori son normales se transformen en cancerosas. «Hasta ahora, no se sabía si las bacterias intestinales podían inducir esas mutaciones», explican los investigadores, que confían en que una vez el estudio se traslade a la fase clínica se pueda establecer algún mecanismo de detección del riesgo potencial de padecer cáncer de colon a partir de un análisis de las bacterias presentes en el tracto intestinal a través de las heces o en muestras de biopsias.

Pleguezuelos Manzano, que afronta su tercer año de doctorado, ha destacado la satisfacción que supone para los investigadores realizar este tipo de descubrimientos. «Este es un trabajo que exige mucha dedicación y no siempre se ven los resultados, pero cuando ocurren estas cosas es muy gratificante saber que se puede ayudar a tratar una enfermedad como el cáncer».