Las Urgencias del hospital Reina Sofía atienden de forma mayoritaria durante el verano a pacientes que sufren problemas de salud (en algunos casos muy graves) por haber estado expuestos al sol o a temperaturas elevadas o cuyas enfermedades previas que ya padecen esos usuarios se ven descompensadas por el calor extremo que se registra en Córdoba. El médico adjunto del Reina Sofía Miguel Vida, que lleva casi un década vinculado al servicio de Urgencias, apunta que, al igual que en invierno hay pacientes más frágiles al frío (personas mayores, pacientes crónicos o polimedicados, niños, lactantes o embarazadas), en verano estos mismos pacientes de riesgo se pueden ver más afectados que el resto de población por el calor, aunque con distintas consecuencias. La mayor esperanza de vida hace que las personas vivan más años y que crezca el número de pacientes mayores y crónicos que puede verse afectado de forma directa o indirecta por el calor. Incluso estos efectos pueden darse a personas de menos riesgo si en verano no beben agua con frecuencia o se exponen a pleno sol o hacen actividad física, laboral o deportiva al aire libre en las horas centrales del día.

Miguel Vida explica que de las atenciones diarias que realizan en Urgencias del Reina Sofía muchas se deben a decompensaciones por las altas temperaturas de patologías crónicas como la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), diabetes, insuficiencia cardiaca, insuficiencia renal, hepática, entre otros problemas de salud.

Vida recalca que la falta de hidratación, la exposición prolongada al sol, una alimentación no adecuada (preferible hacer cinco comidas al día ligeras) pueden ocasionar alteraciones iónicas (de electrolitos como el sodio o el potasio) y deshidratación en pacientes más frágiles, lo que puede provocar un fracaso multiorgánico que derive en un fallecimiento por calor. En lo que va de verano las Urgencias del Reina Sofía ya han atendido varios golpes de calor (uno supuso la defunción de un menor de 17 años) y casos de patología secundaria asociada al calor. El año pasado los hospitales cordobeses registraron cinco golpes de calor y 43 episodios relacionados de forma secundaria con las altas temperaturas, mientras que en atención primaria se contabilizaron 23 golpes de calor y 36 patologías vinculadas a las temperaturas extremas y el 061 registró 7 casos de afectación menos grave por calor. El objetivo prioritario del Plan de Prevención de las Altas Temperaturas que activa todos los veranos la Consejería de Salud pasa por evitar los golpes de calor, la insolación y el agravamiento de la patologías de personas con salud delicada. Por eso, hay que estar atentos a las temperaturas. A partir de hoy se espera un alza de las máximas en Córdoba y la Aemet prevé 38 grados. Mañana vuelve el aviso amarillo al contemplarse 40 grados, el sábado y domingo habrá 41 y el lunes se alcanzarán los 42, con ascenso además de las mínimas.

Aquí puede ver un vídeo con unos consejos para detectar y actuar ante un golpe de calor del Hospital Reina Sofía