El consejero de Economía, Antonio Ramírez de Arellano, inauguró ayer en Córdoba las primeras Jornadas de la Agencia Tributaria de Andalucía, en las que un centenar de trabajadores de este organismo debatieron sobre los nuevos retos ante el fraude fiscal. El consejero manifestó que «el fraude se ha reducido notablemente» y que en los últimos cuatro años se vienen recaudando en Andalucía unos 2.200 millones al año en impuestos transferidos a la Junta. Ramírez de Arellano no aportó datos de Córdoba, ni tampoco el director de la Agencia Tributaria, el cual sí ofreció la cifrade 400 millones que se recaudan en la lucha contra el fraude a nivel andaluz y mostró la disposición de este organismo en reforzar con distintas campaña esta lucha, al tiempo que «vamos a acercanos más a los ciudadanos no solo desde el punto de vista tecnológico sino de asistencia». Ramírez de Arellano explicó que el 85% de la recaudación de la Atrian se produce en la fase voluntaria, mediante las autoliquidaciones que presentan los contribuyentes, de ahí la importancia de seguir ampliando los servicios telemáticos.

El consejero se refirió también a la necesidad de abordar de manera «urgente» la reforma del modelo de financiación autonómica, por lo que espera que cuando en Madrid se conformen los equipos del Ministerio de Hacienda «podamos empezar a hablar de este importante asunto no solo para Andalucía sino para España». Ramírez de Arellano insistió en que «no es un posicionamiento propio sino un acuerdo parlamentario de todos los grupos políticos». El consejero defendió que la fiscalidad no es un fin en sí misma sino que es un instrumento que debe contribuir a la redistribución de la riqueza, ya que permite gestionar los recursos públicos para políticas que garanticen la igualdad de oportunidades. Y añadió que persigue el «estímulo de la actividad económica» mediante medidas inspiradas en la igualdad y progresividad.