Córdoba se convirtió ayer en centro de operaciones para los casi 300 empresas y operadores turísticos que participaron en el segundo Foro Internacional de Turismo Cultural, un encuentro en el que 140 representantes de la oferta andaluza se entrevistaron con 133 compradores nacionales e internacionales de 33 países europeos, americanos y asiáticos, con el fin de hacer negocio.

A lo largo de una jornada intensa, los asistentes participaron en conferencias, seminarios y además tendrán la oportunidad de realizar recorridos por varias provincias, entre ellas Córdoba, para conocer en primera persona la oferta cultural y otras actividades complementarias.

El turismo cultural tiene ventajas respecto a otro tipo de turismo para los destinos. No solo aporta visitas durante todo el año y no en periodos concretos como el turista de sol y playa, sino que elige mayoritariamente el alojamiento hotelero y tiene un nivel adquisitivo superior. Según los datos de la Junta, sus estancias son más cortas pero el gasto medio del turista cultural es superior en más de un 10% al del resto de viajeros (unos 80 euros diarios), se mueve en coche y es usuario habitual de actividades complementarias relacionadas con la naturaleza, la gastronomía o las compras, ya que su principal interés es «sumergirse en el lugar que visita».

El consejero de Turismo, Francisco Javier Fernández; el presidente de la Diputación, Antonio Ruiz, y la alcaldesa de Córdoba, Isabel Ambrosio, inauguraron la cita en el Palacio de Congresos, que contó además con la presencia del director de la Organización Mundial del Turismo, Manuel Batler. Según el consejero, el turismo cultural es un segmento en auge, que el año pasado atrajo a Andalucía a 9,5 millones de viajeros, un 15% más que el año anterior. Para Córdoba, según Ambrosio, el turismo cultural representa una oportunidad para desestacionalizar las visitas, siempre que se asiente sobre el criterio de la sostenibilidad.