La secretaria general del PSOE-A, Susana Díaz, anunció ayer que se quedará al frente del partido para liderar la oposición en una etapa de «inestabilidad» y de «incertidumbre» y aseguró que pretende repetir como candidata cuando haya nuevas elecciones para «recuperar» el Gobierno andaluz. Díaz reivindicó en rueda de prensa «la fortaleza enorme» que da haber vuelto a ganar las elecciones 36 años después que el PSOE lo hiciera por primera vez, aunque ahora haya sido sin apoyos suficientes para mantener el Ejecutivo, y manifestó: «Eso lo reconocen en Ferraz y en todos los lugares de España».

«Yo encabezo la candidatura que ha conseguido más de un millón de votos», recordó Díaz, quien insistió en que liderará la oposición. «Es lo mínimo que tiene que hacer un dirigente cuando gana, aunque no pueda formar gobierno», agregó la socialista, que buscar que el PSOE vuelva «cuanto antes» al Ejecutivo. Díaz, que aseguró que si hubiera perdido las elecciones se habría ido, recordó que se sometió a unas primarias en Andalucía y que tiene «la confianza» de sus compañeros, que también «se ha refrendado en las urnas con una victoria».

Esa situación le da la «responsabilidad» para ponerse al frente del grupo parlamentario socialista y ser «una garantía» en la defensa de la igualdad y de las competencias autonómicas que les permita «tener una confianza mayoritaria suficiente para volver al gobierno lo antes posible». Negó que vaya a ser senadora por la comunidad autónoma: «Yo solo quiero estar al frente del grupo parlamentario».

RELACIONES CON SÁNCHEZ / Díaz aseguró que no tiene ninguna discrepancia orgánica con el secretario general, Pedro Sánchez, ni con la dirección federal, porque hubo un congreso y «desde ese momento todos los socialistas andaluces» están «al lado». A la hora de decidir las candidaturas municipales, dijo que se hará «respetando el 39 congreso, lo que decidan los militantes».

Sin embargo, admitió que sí habrá momentos con «discrepancias políticas» y ahí su responsabilidad será «defender lo de Andalucía» porque «no se debe confundir lo político con lo orgánico» y la defensa de la comunidad siempre la tendrá por delante de los intereses de partido.

Díaz dijo que la última vez que habló con Pedro Sánchez fue para felicitarse las fiestas, pero aseguró que desde el primer día el presidente del Gobierno sabe que quiere quedarse al frente del PSOE y recibió «el apoyo y el cariño». Al ser preguntada sobre la posibilidad de que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, pueda relevarle en el cargo, respondió que es «una mujer fantástica» y que se siente orgullosa de haberla tenido en su gobierno como consejera.

Susana Díaz. Foto: EFE

«Me siento muy contenta con todos mis compañeros porque sé que en un momento que va a ser difícil, con la extrema derecha, los voy a tener al lado del PSOE-A y a mi lado como líder de la oposición para devolver cuanto antes al PSOE al Gobierno», señaló. Díaz, que afirmó que reconocerán la legitimidad del gobierno que salga elegido y tendrán «el respeto que merece», destacó la «preocupación» de su partido porque el futuro de Andalucía «se negocie en despachos de Madrid» y mostró su «excepticismo» porque «la inestabilidad se ha adueñado» de la región.

UN TRASPASO EJEMPLAR / La presidenta andaluza en funciones reveló que ha dado instrucciones a su Gobierno y al vicepresidente, Manuel Jiménez Barrios, para que se produzca un traspaso de competencias «ejemplar» para el nuevo Ejecutivo de PP y Cs, que tomará posesión en los próximos días. Díaz subrayó que Andalucía tiene que dar ejemplo de «administración seria, solvente, transparente y que genera seguridad» en este traspaso de competencias. Díaz consideró que es «fundamental» que ese traspaso se haga «con toda la rapidez, claridad y de manera ejemplar», porque así se estará dando «una lección de cómo nuestra administración y la autonomía funciona».

Juan Marín, que será vicepresidente, ha confirmado que Jiménez Barrios ya se ha puesto en contacto con él para preparar el relevo en ese departamento.