<b>-¿Lo primero, felicitarle por ser el pregonero este año del Carnaval. ¿Cómo se enteró de esta noticia?</b>

-Fue extraño (mientras tose, apunta que «voy a ser el primer pregonero ronco de la historia», entre risas). Raro porque me lo ofrecieron muchas veces y nunca me he veía como pregonero. Pero este año me encontré a Alfonso González (presidente de la Carnavalesca) en mayo y ahí me lo pensé. Entonces lo consulté en casa, a todos les hizo ilusión y dije adelante. Me lo han ofrecido cinco o seis veces y lo digo porque hay quien dice que ya era hora de que fuese pregonero, pero la culpa no es de ellos, sino más bien mía. Debía buscarle un sentido al pregón y se lo encontré. Ese sentido es que el pregón es solidario en favor de la Asociación Española contra el Cáncer. En el pregón habrá voluntarios de la asociación en la puerta, se han hecho lazos dorados y pulseras porque quiero reivindicar el color dorado del cáncer infantil ya que la gente lo tiende a confundir con el del independentismo catalán. Mi primo Pepe Amate va a pintar un cuadro, que ya ha sido comprado, por una importante suma de dinero y esa recaudación se va a donar a la asociación, además de regalarle el cuadro. Y pido también que la gente aporte lo que pueda a la asociación.

--Tras varios años sin concursar, ha tenido un año intenso para preparar el pregón. ¿Le han venido recuerdos de aquellos años de ensayos?

--Por supuesto, de hecho el pregón lo he montado prácticamente como si fuera a montar una comparsa, sobre todo a la hora de escribir, pensar la idea. Me he vuelto a sentar en la mesa con las tres personas que me sentaba estos últimos años: Rafael Aranda Taleguilla, su hermano José y Manolo. También mi sobrino Pablo Bellido Amate ha sido una persona importantísima en la elaboración de mi pregón. Entre los cinco plasmamos una idea y después la fui desarrollando. He juntado a mi gente de muchos años y va a estar bonito.

<b>--¿En qué estado se encuentra la fiesta en la calle? ¿Y el concurso?

</b>--La fiesta en la calle, sinceramente, está regular. Yo tengo mi visión particular de lo que debe ser la fiesta en la calle, que se está enfocando mal desde hace años. La calle debe hacerla la gente de la calle, el pueblo, y están encargando esa responsabilidad a los grupos. Respecto al carnaval de copla, en los últimos años el concurso ha evolucionado. Aunque la afición que existe en Córdoba al carnaval somos los mismos que lo hacemos. La gente de Córdoba tiene afición al carnaval de Cádiz y no se para a mirar los grupos de Córdoba. Es cierto que en Cádiz hay mucha calidad pero hay calidad en los grupos punteros. Ahora que se ven las preliminares, también aparecen grupos de menor calidad. Aquí cada vez hay más gente que se está acoplando al concurso, creo que en número tenemos el segundo certamen más importante tras el de Cádiz y se están haciendo mejor las cosas.

<b>--¿Qué futuro le ve a la fiesta en los próximos años?

</b>--Lo que es el futuro del concurso es bueno porque vienen gente de fuera, muchos con las cosas muy bien aprendidas y otros se esfuerzan en ello. Hay grupos que se les da vida, pero el problema está en la calle que se les encarga a los grupos que van al teatro. Los grupos sirven para ir al teatro, que como les cuesta dinero se van a los concursos de los pueblos, al de Málaga, Huelva y le quitan tiempo para la calle. La calle la hacen por obligación, porque les pagan, una miseria.

<b>--¿Qué puede esperar el aficionado de este pregón?

</b>--Sobre todo mucha información. Hay mucho desconocimiento de la nuestra fiesta en Córdoba. Por ejemplo, poca gente sabe que Antonio Rodríguez tiene un primer premio regional en Cádiz o lo que hizo Rafael Castro.