Con dificultades económicas, el Córdoba y SGR firmaron dos contratos subyacentes. El segundo, el del cobro por el jugador sólo se activaba en caso de haber cumplido completamente el primero. El club tras dar un paso, exigió el cumplimiento del segundo contrato.

DESEQUILIBRIOS

CUMPLIMIENTO DEL NUEVO ‘FAIR PLAY’ FINANCIERO / No estaba el Córdoba en su mejor momento económico. Y, al igual que otros clubs -Getafe, Sporting...- intentó desactivar el desequilibrio que provocaba la deuda con la Agencia Tributaria por medio de un pago en especie. La obra de arte, por valor de tres millones de euros, era garantía suficiente. A cambio, se ponían como garantía parte de los derechos de TV y el valor de un jugador, en este caso, Sebas Moyano.

VÍA UNILATERAL

ASCENSO E INCUMPLIMIENTOS / El club debía recurrir al TEAR (Tribunal Económico Administrativo Regional), al TEAC (Central) y a todas las instancias judiciales necesarias en caso de que la Agencia Tributaria no aceptara dicho pago en especie. El Córdoba, una vez logrado el ascenso, no cumplió todos y cada uno de esos requisitos y exigió el pago del jugador a SGR.

CONSECUENCIAS

DAÑO CONTABLE, ECONÓMICO Y DE IMAGEN / El perjuicio contable para el club sobrepasa en mucho el millón de euros. Asimismo, SGR ya ha interpuesto una demanda en un tribunal español y prevé interponer otra por daños y perjuicios. Ante el TAS solicitó una multa para el club de 1,8 millones y se entiende que la cifra que reclamará será parecida. Asimismo, el propietario de la obra también estudia presentar batalla judicial por lo que entiende que ha sido un daño prolongado en los últimos años. Para colmo, parece haber perdido los derechos de Sebas. Daños irreparables.