Con gran éxito se ha vivido la segunda Feria de la Patata Rellena de Bujalance, que recibió miles de visitas. Después de la suspensión del evento por dos veces, debido a las inclemencias del tiempo, esta vez se ha podido realizar, aunque también lluvió en algún momento. Eso no ha impedido el rotundo éxito de la muestra gastronómica, en la que se ha superado a la primera edición en un 20% de visitas y de venta de consumiciones, del preciado alimento y de otras comidas típicas bujalanceñas.

Los visitantes pudieron saborear y vivir una experiencia gastronómica en un entorno y ambiente únicos. Ya que se trata de una apuesta por una oferta singularizada, apegada a la calidad de los productos locales de Bujalance, con la patata rellena como protagonista, en un formato abierto y participativo, donde el municipio se ha implicado y ha conseguido satisfacer y fidelizar al visitante desde un primer momento, de ahí que muchas personas hayan vuelto a visitar la feria en esta segunda edición.

La Patata Rellena es la principal marca de la gastronomía bujalanceña, que nació en los años cuarenta de la mano de la familia Blánquez, más concretamente de ‘Fefa’, que en los años de penuria ideó un plato para cubrir las necesidades de su familia y luego mantuvo en los restaurantes Siete Puertas de Bujalance y Marbella y que poco a poco se ha ido extendiendo y en la actualidad siguen con un renovado impulso.

El auditorio municipal volvió a quedarse pequeño en esta feria, organizada por las concejalías de Turismo, Empleo y Desarrollo Económico, con la colaboración de la Diputación. Fue inaugurada por el diputado de Comunicación y Nuevas Tecnologías, Francisco Juan Martín, junto a la alcaldesa Elena Alba y resto de corporación. Ambos coincidieron en que este evento servirá de desarrollo y promoción de Bujalance, difundiendo y promocionando sus principales productos gastronómicos, la patata rellena y el aceite de oliva virgen extra, de gran valor culinario y cultural. Todos los visitantes pudieron disfrutar en los estands de los restaurantes Hospedería la Querencia, El Tomate, Palomares, Villena y Plaza, donde se ofrecía la patata rellena y otros exquisitos platos típicos bujalanceños para su degustación, flamenquines, lomo con almendra, carrillada, gambas «abrigás», lomo de orza, revuelto de patatas, choto… Pero todo no podía quedar ahí, así después de la extraordinaria comida, acompañada de una buena cerveza o un buen vino, se pudo paladear la más rica repostería, con los típicos dulces como caracolillos, cuajados, almendrados, barquillos de crema... en el stand de El Rosco, y café y helados en el stand de C’ Amore. Todo ello acompañados de la buena música, por los grupos Filigrana y Cambayá, que animaron mucho más el ambiente, desde las doce de la mañana, hasta bien entrada la tarde y por la noche hasta la madrugada.

En el stand del Ayuntamiento de Bujalance, de forma ininterrumpida se podían degustar y catar el aceite de oliva virgen extra de las distintas almazaras de Bujalance, en el Certamen “Nuestra cultura del aceite”. Y se pudo ver la exposición de dibujo escolar sobre el aceite de oliva. En esta según edición, se ha contado con la novedad de la participación de diferentes comercios bujalanceños, ofreciendo sus productos en stands de recuerdos de Bujalance, de moda femenina, de moda infantil, de perfumería y belleza, de flores, de aceitunas aliñadas y de Proyecto Hombre. El domingo se realizó un show cooking.