El PP ha empezado la operación de acercamiento a Vox. Los de Pablo Casado están decididos a pactar con los 12 diputados que la ultraderecha ganó en las elecciones andaluzas para que Juan Manuel Moreno pueda ser presidente de la Junta. Con el objetivo de allanar el camino hacia ese acuerdo, que también necesitaría los 21 escaños de Cs, los populares están intentando alejar cualquier imagen de Vox que pueda recordar a la de los radicales de otros países. Fuentes de la dirección de Génova niegan que el nuevo partido sea equiparable a Alternativa para Alemania (AfD), en torno al cual la cancillera Angela Merkel ha trazado un cordón sanitario para no pactar con ellos y hacerles el vacío. La estrategia opuesta a la del PP. Casado, según fuentes de su equipo, nunca se ha planteado dejar al margen al partido de Santiago Abascal (exdirigente del PP vasco y «amigo») porque Vox «no tiene nada que ver» con AfD. «Esa formación alemana contemporiza con el nazismo», apuntan en un intento de subrayar diferencias.

El sucesor de Mariano Rajoy no cree que Vox quiera derogar la ley de violencia de género y señala que solo quiere «ir contra las denuncias falsas» que ponen algunas mujeres, explican en Génova. Sin embargo, Abascal volvió ayer a reclamar la anulación de esa norma «ideologizada», una iniciativa recogida en el programa electoral. La cúpula del PP tampoco ve un problema en que los ultras pidan construir un muro en Ceuta y Melilla, porque en estos momentos «ya hay una valla con concertinas», y subrayan que Vox «no contemporiza con el brexit», como sí hacen los ultraderechistas del UKIP en el Reino Unido.

A esa operación de suavizar la imagen de los triunfadores de las andaluzas, también se sumó Moreno al recordar en varias entrevistas que Vox es el partido de José Antonio Ortega Lara, el funcionario secuestrado por ETA durante 532 días.

Casado, que reunió ayer en Madrid a su comité ejecutivo, rechazó que el PSOE le diga «qué es la radicalidad», porque Pedro Sánchez se apoya «en el partido más radical de la democracia española», en referencia a Podemos. El líder del PP se negó a que la izquierda defina a Vox «como partido peligroso» cuando Podemos «ha defendido la historia criminal etarra», habla de Arnaldo Otegi «como hombre de paz» y «defiende la dictadura de Maduro [presidente de Venezuela]».

El presidente del PP conversó con Abascal y con Albert Rivera (Cs) para iniciar los contactos hacia la investidura de Moreno. Según Casado, con Vox puede encontrar puntos de acuerdo en impuestos, el respaldo de las fuerzas de Seguridad y la defensa de la unidad nacional. «Ahora, la supresión de las autonomías es algo por lo que el PP no va a pasar», añadió.

El líder conservador atendió a la prensa junto a Moreno y ambos animaron a Rivera a permitir que el PP presida la Junta al ser el más votado del bloque de derechas con 26 escaños. Según Moreno, los andaluces «no perdonarían» un «ejercicio de tacticismo», en referencia a la opción de que Cs quiera pactar con el PSOE y Adelante Andalucía.

El resultado del PP, aunque haya supuesto la pérdida de siete escaños y más de 300.000 votos, ha supuesto un revulsivo.