La junta de gobierno local aprobó ayer de manera definitiva el contrato para poner en valor y hacer visitable la Torre de la Inquisición del Alcázar, una obra que el equipo de gobierno tiene previsto iniciar «en breve» y que acumula años de retraso. El contrato, adjudicado ya en el mandato anterior (salió a concurso en enero) a la empresa Ingeniería de la Construcción Cordobesa por 152.153 euros, tiene un plazo de ejecución de dos meses y medio y supondrá la conversión en museo de este espacio hasta ahora abandonado. La empresa adjudicataria es la misma que ha hecho la reforma de otros espacios del Alcázar, como el Patio de las Mujeres, que no se han abierto aún al público. Precisamente, PP y Cs se han comprometido a culminar todos los proyectos del Alcázar durante este mandato y mantienen la idea de esperar a la restauración de la fachada del monumento que da a la Ribera para inaugurar todas las mejoras.

Después de la obra de la Torre de la Inquisición será el Instituto Municipal de Turismo (Imtur) el encargado de su musealización. Su presidenta, la primera teniente de alcalde de Turismo, Isabel Albás (Cs), recordó el «uso turístico» que tendrá la recuperación del espacio, que se incluye en el Plan Turístico de Grandes Ciudades. Albás criticó ayer al anterior gobierno local por los retrasos que acumula el proyecto y dijo que si hubiera tenido «un compromiso firme con el turismo de la ciudad, no estaría ahora en la situación en la que se encuentra la torre: un estado preocupante».

El expediente llegó ayer a la junta de gobierno local después de que la Intervención diera su conformidad el 23 de julio (a principios de mes informó de manera negativa).