Una de las confusiones en torno a la reserva de pases es que muchos se han creído que hay que pagar para entrar en los patios, algo totalmente falso que se ha desmentido por activa y por pasiva. Pero algo bueno tiene esta confusión: jamás he visto tanto interés en mi círculo más cercano de amigos por visitar los patios. "Lo que no tiene precio no se aprecia", dice el refrán. Y este año algunos que han creído que había un coste sí que han apreciado los patios.