De la conversación con Fernando Caballero surgen, al menos, tres temas de reflexión. Uno, que para una empresa remontar una crisis de pagos es hoy día casi imposible. Dos, que la lentitud de la Justicia se acrecienta por la falta de medios telemáticos, que sí existen en Hacienda o en la Seguridad Social. Tres, que las reformas de la Ley Concursal favorecen cada vez más al acreedor institucional y ponen cada vez más difícil el cobro para los más débiles, trabajadores y proveedores.