Todo el que tiene licencia para conducir habla de lo mismo, el carné por puntos, "y al 99% de los que paramos les parece muy bien", comentaba ayer un sargento de la Guardia Civil en un control en la carretera de Palma del Río. En este nuevo sistema tiene puestas sus esperanzas la mayor parte de la sociedad española para acabar con la sangría de vidas que se cobran las carreteras.

Aunque lleva solo desde el sábado en marcha, los agentes de la agrupación de Tráfico de la capital cordobesa han detectado que la posibilidad de que un conductor se pueda quedar sin permiso "ha hecho efecto". Y lo dicen porque "preguntamos si conocen la nueva norma y explicamos las consecuencias de una infracción, y no se lo toman a mal".

La patrulla, a la que se une luego otra encabezada por un teniente, no solo comprueba la documentación de quien está al volante y la del vehículo, sino que también ayuda a algún que otro conductor en apuros.

El cien por cien de quienes son parados en el control saben en qué consiste el carné. Una extranjera residente en Barcelona dice que conoce "más o menos" el mecanismo y que "por lo que he escuchado, la idea está bien".

Curiosamente, la cosa no va con los extranjeros, o mejor dicho, con quienes disponen de la licencia expedida en otros países. Uno de los guardias apunta que en Francia, "de donde está copiado, te la guardan para cuando vuelvas".

Francisco, un vecino de la zona, está informado "por los papeles que han repartido, y sé que tengo 12 puntos". Este veterano conductor --se sacó el carné en 1972 y asegura que "solo me han puesto una multa desde entonces"-- destaca que "un poquito de temor sí que hay, porque además del dinero te quitan puntos". Por estos motivos "veo bien que lo hagan, a ver si se acaba con tantos accidentes".

El teniente y el sargento comentan con sus compañeros que ha bajado en 15 el número de muertos este fin de semana respecto al año pasado, "y eso es un 40%", apostilla el suboficial. Y es que los guardias civiles ven que la iniciativa "es una buena forma de concienciar a los conductores, aunque nos hacen falta más medios".

Los agentes también cuentan que "quienes más se quejan son los conductores profesionales", que no quieren que se les mida por el mismo rasero que al resto de ciudadanos.

La carretera se vuelve más peligrosa los fines de semana "y lo peor son los trayectos cortos, en los que los conductores ponen menos cuidado", aunque confían en que de ahora en adelante quien se ponga al volante o se suba en una moto "recupere la sensibilidad que se estaba perdiendo".