Sentencia polémica

Absuelto el ministro de Justicia francés de las acusaciones de conflicto de intereses

La Corte de Justicia de la República declara inocente a Dupond-Moretti y evita una remodelación del Gobierno de Macron

El ministro de Justicia francés, Éric Dupond-Moretti.

El ministro de Justicia francés, Éric Dupond-Moretti. / EPE

Enric Bonet

Un alivio para el ministro de Justicia francés, Éric Dupond-Moretti, y el presidente, Emmanuel Macron. La Corte de Justicia de la República (CJR) ha declarado inocente al responsable gubernamental de la administración judicial, juzgado en las últimas semanas por un caso de conflicto de intereses. Una sentencia, pronunciada este miércoles por la tarde, que evita una remodelación del Ejecutivo centrista, aunque podría reforzar las críticas contra la CJR. Compuesto por tres jueces de la Corte de Casación (equivalente del Tribunal Supremo) y 12 parlamentarios, este tribunal especial se encarga de juzgar a los ministros por los delitos cometidos durante el ejercicio de sus funciones. Y tiene en Francia la reputación de pronunciar veredictos suaves.

Después de 10 audiencias de un juicio sin precedentes en el país vecino —la primera vez en la historia de la Quinta República en que se sienta en el banquillo de los acusados a un ministro de Justicia en activo—, el tribunal le ha absuelto. Ha considerado que los hechos reprochados a Dupond-Moretti existieron y hubo una situación de conflicto de intereses, pero que no tuvo la intencionalidad de cometer ese delito. En concreto, el ministro había sido imputado por impulsar en el verano de 2020 una serie de investigaciones administrativas sobre cuatro jueces, contra los que se había enfrentado cuando ejercía como abogado.

"Durante los últimos años, demasiadas personas dieron por descontada la resolución de este caso antes de que se hiciera justicia", ha declarado al salir de la sala de audiencias la abogada Jacqueline Laffont, quien representó a Dupond-Moretti. "Podrá seguir ejerciendo su acción en el seno del equipo gubernamental", ha afirmado la primera ministra, Élisabeth Borne. Aunque esta sentencia evita una minicrisis política, el Gobierno está pendiente de otro juicio: el del ministro de Trabajo, Olivier Dussopt, juzgado desde el lunes por un supuesto caso de favoritismo.

Un ministro y abogado muy mediático

El ministro defendió con gran vehemencia su inocencia en este proceso. Aseguró que si abrió esas investigaciones contra magistrados fue por recomendación de su administración. Una versión que dio por buena el tribunal en su polémica sentencia. En el veredicto, la CJR —compuesta por cuatro parlamentarios del partido de Macron, cuatro de la derecha republicana, dos de la izquierda, uno de la conservadora UDI y uno de un partido regionalista— sugiere que el dirigente pecó por su falta de experiencia en puestos de responsabilidad gubernamental.

Antes de su designación como ministro de Justicia en julio de 2020, Dupond-Moretti era un abogado estrella en Francia. Lo catapultaron a la fama su estilo hollywoodiano y el haber defendido a Abdelkader Merah —hermano del yihadista Mohamed Merah— o Karim Benzema en el caso de la prostituta de lujo Zahia, entre otros casos mediáticos. Además de sus dotes como orador, era conocido por sus malas relaciones con los jueces

En concreto, las controvertidas investigaciones administrativas del verano de 2020 afectaron al juez Edouard Levrault, que investigó al multimillonario ruso Dmitri Rybolovlev (propietario del equipo de fútbol AS Monaco y asesorado legalmente por Dupond-Moretti). También repercutieron en tres integrantes de la fiscalía nacional financiera. Ellos habían investigado al actual ministro de Justicia en el marco del caso de las escuchas judiciales, por el que fueron condenados el expresidente Nicolas Sarkozy y su abogado Thierry Herzog, ambos cercanos al ministro de Justicia.

La CJR, un tribunal cuestionado

"Ha llegado el momento de recuperar la concordia en la familia judicial", ha reivindicado la abogada Laffont. Un deseo que parece más que optimista. No solo a lo largo de este proceso se han vivido momentos extraños —por ejemplo, el fiscal general Rémy Heitz llevando las riendas de la acusación y pidiendo un año de prisión para su superior jerárquico—, sino que también dejará una huella en la justicia gala. 

"Cuando hay una decisión incomprensible del derecho, debemos buscar los motivos. Y en este caso las razones políticas nos parecen evidentes", ha criticado Jérôme Karsenti, abogado de la asociación Anticor, conocida por su lucha contra la corrupción. "El juicio ha revelado la culpabilidad de Dupond-Moretti. ¡Pero una mayoría de los jueces parlamentarios, macronistas y de Los Republicanos (derecha), tomaron la decisión de absolverlo!", ha denunciado en la red social X el grupo parlamentario de la Francia Insumisa.

Este veredicto, de hecho, ha resucitado el recurrente debate sobre la CJR, creada en 1993. Debido a que la gran mayoría de sus miembros son parlamentarios en lugar de jueces profesionales, persiste sobre ella el estigma de la connivencia y de una clase política que se autoprotege. "No sirve para hacer justicia, sino para calmar una tormenta político-judicial", reconocía el año pasado François Colcombet, exdiputado del Partido Socialista y miembro antaño de este tribunal, en declaraciones al diario progresista Libération

Las decisiones de esta corte han resultado a menudo controvertidas. Por ejemplo, con la absolución del exprimer ministro Édouard Balladur por el caso Karachi o la exministra de Economía Christine Lagarde por el caso Tapie, y eso que por esos affaires sus colaboradores sí que habían sido condenados por la justicia ordinaria. Durante la campaña presidencial de 2017, el mismo Macron prometió la supresión de la CJR. Pero seis años después, esa promesa parece haber quedado olvidada en el fondo de un cajón del Elíseo. Y ahora este polémico tribunal ha salvado de un contratiempo al presidente.