Tensión

Las enormes colas de trabajadores en la Verja exponen la tensión política y diplomática sobre Gibraltar

La Policía ha intentado poner en marcha una vía rápida para vehículos de dos ruedas en el lado español, pero el lado gibraltareño lo ha bloqueado

Miles de trabajadores atrapados y escenas de tensión una semana después de que el ministro principal amenazara con represalias

Colas en la Verja de Gibraltar este lunes 4 de septiembre.

Colas en la Verja de Gibraltar este lunes 4 de septiembre. / EUROPA PRESS

Mario Saavedra

Caos en la Verja de Gibraltar. Miles de trabajadores españoles que intentaban entrar esta mañana en el Peñón se han visto atrapados en una larguísima cola provocada por el bloqueo de un carril desde el lado gibraltareño. Los nervios se han desatado: pitidos constantes, caídas e irritación antes siquiera de comenzar su jornada laboral. Unas escenas que se producen poco más de una semana después de que el ministro principal de la colonia, Fabián Picardo, amenazara con represalias a España por sus controles en la Verja, la línea metálica que separa España de la colonia británica.

Las tensiones de hoy se han producido después de que, a eso de las siete de la mañana, los policías españoles abrieran un nuevo carril para vehículos de dos ruedas, separado del de los coches. Se pretendía así hacer fluir el tránsito de los miles de empleados españoles en el Peñón que, en su mayoría, van motos, bicicletas o patines eléctricos.

Desde el lado gibraltareño se han colocado dos barreras de plástico bloqueando ese nuevo carril, como se puede ver en las fotos a las que ha tenido acceso este diario. Eso ha convertido los dos carriles del lado español en uno ya en el lado gibraltareño, formándose un auténtico embudo.

A las nueve de la mañana, dos horas después del intento, el Ministerio de Interior ha dado la orden de dejar de utilizar ese carril por el momento, según fuentes oficiales españolas conocedoras de la situación sobre el terreno. El Gobierno de Fabián Picardo se ha quejado por una apertura que, considera, solo beneficia a la parte española, según fuentes diplomáticas.

Trabajadores en la Gibraltar.

Trabajadores en Gibraltar.

Fuentes de la Policía Nacional aseguran a este diario que se comunicó a Gibraltar “por escrito y hace más de una semana” la intención española de crear un carril solo para vehículos de dos ruedas. Se solicitó su colaboración y se estudiaron las diferentes opciones para hacerlo de manera consensuada, alegan. La intención es facilitar una mayor fluidez de los trabajadores en la entrada y salida a Gibraltar y dar una mayor seguridad en la circulación de vehículos. En ocasiones, las motos o los patines zigzaguean entre los coches y esto genera tensiones y roces. Pero Gibraltar no ha prestado su colaboración por el momento.

Otras fuentes conocedoras concretan más: los funcionarios gibraltareños habrían recibido la orden de su Gobierno de no colaborar por motivos políticos. Por eso los tres agentes llanitos que había esta mañana no han salido de su garita a hacer controles separados para motos y coches, alegan.

120.000 tránsitos diarios

La diplomacia española lleva casi dos años enfrascada en unas negociaciones junto a la Unión Europea y Reino Unido para arreglar el entuerto de Gibraltar tras el Brexit. Al definir la Verja una separación con un territorio que no pertenece a la zona Schengen, en principio se deben aplicar los mismos controles que a los ciudadanos de cualquier tercer país. Hasta ahora se ha aplicado una política laxa de buena voluntad y escasos controles. Pero eso parece estar cambiando.

En 2024 entra en vigor el nuevo sistema europeo de Entry/Exit System (EES), un registro automatizado de viajeros de terceros países. España ha recibido refuerzos de personal en sus fronteras para llevarlo a cabo, también en Gibraltar, frontera de facto (no de iure) según explican fuentes oficiales españolas conocedoras de la situación. En total hay entre 15 y 20 funcionarios en el lado español.

Parte del nuevo personal se quiere usar para gestionar ese nuevo carril para vehículos de dos ruedas y facilitar el tránsito diario a su puesto de trabajo de miles de personas.

Se estiman en 120.000 los tránsitos diarios de personas en estos momentos del año (30.000 en ambas direcciones) y vehículos (otros 30.000). El grueso son trabajadores españoles que tienen su empleo en la colonia. También hay un elevado número de turistas, especialmente ahora en verano. Y el resto son llanitos (gibraltareños) que van al lado español para hacer compras o para disfrutar de sus casas de veraneo en lujosas mansiones de Sotogrande (Cádiz).

Amenazas de represalias

En los últimos días, las espadas están en alto entre el Gobierno de España, el de Reino Unido y el de Gibraltar. El Ministerio de Exteriores ha presentado varias quejas diplomáticas oficiales (notas verbales) a Reino Unido por los incidentes que han estado ocurriendo durante el verano en las aguas que rodean Gibraltar y que todas las partes reclaman como suyas, como adelantó este periódico. España ha denunciado el hostigamiento de barcos pesqueros, los choques con patrulleras de aduanas y el vertido de gasoil.

El Gobierno de Fabián Picardo protestó por su parte el pasado 26 de agosto con un comunicado en el que amenazó con aplicar represalias contra los trabajadores que atraviesan cada día la frontera para trabajar en la línea. Se quejaba de los controles de pasaporte (escaneos) a las personas que entraban en España a través de la Verja. También se está empezando a hacer pasar a los gibraltareños y británicos por la fila de los no-comunitarios en su entrada a España. Madrid alegaba que se estaban aplicando los criterios de entrada Schengen, entre otros motivos por cuestiones de seguridad. El Ministerio de Interior aceptó dar marcha atrás en esos controles, en aras del buen entendimiento de cara a las negociaciones del Tratado sobre Gibraltar.

De momento no hay confirmación ni desmentido oficial sobre si el bloqueo físico del nuevo carril de vehículos de dos ruedas es la represalia anunciada por Picardo. Al cierre de este artículo, el Gobierno de Gibraltar no ha respondido a las preguntas al respecto de este diario. Tampoco ha querido hacer comentarios el Ministerio de Exteriores español.