Iván Duque, presidente de Colombia, aseguró ayer que el regreso a las armas de algunos exjefes de las FARC está estrechamente asociado con el conflicto que mantiene buena parte de la región con Venezuela. Para el presidente de Colombia, el nuevo alzamiento de Iván Máquez, Jesús Santrich y un grupo de mandos medios de la exinsurgencia no supone el surgimiento de una nueva guerrilla, sino de una banda narcoterrorista apoyada por Nicolás Maduro.

«He conversado con el presidente legítimo de Venezuela, Juan Guaidó, pidiendo su respaldo para la captura de este grupo criminal», informó Duque. «Le reiteramos nuestro respaldo en la lucha que ha emprendido contra el narcoterrorismo que afecta a ambas naciones», dijo, por su parte, el diputado, a quien EEUU y otros 54 gobiernos reconocieron como «encargado» del poder Ejecutivo venezolano. El Palacio de Miraflores no tardó en terciar en la polémica. «Nos están echando la culpa de lo que está ocurriendo en Colombia, lamentamos profundamente lo que está ocurriendo en Colombia… que continúe en la espiral de violencia que tiene 60 años. Pero eso no comenzó en Venezuela, eso comenzó porque la oligarquía mató a (Jorge Eliécer) Gaitán. ¿Qué tiene que ver Venezuela? Nada», aseguró Diosdado Cabello, el número dos del madurismo. Recordó que debido al conflicto armado en el país vecino, más de cinco millones de colombianos se refugiaron en Venezuela.

Recordó que debido al conflicto armado en el país vecino, más de cinco millones de colombianos se refugiaron en Venezuela. Como era de prever, también tomó la palabra el expresidente, quien obtuvo el Premio Nobel de la Paz por haber involucrado a su Gobierno en la finalización de un conflicto de más de medio siglo. Pidió a Duque que implemente los acuerdos alcanzados con las FARC y que reprima a los disidentes. «El logro de la paz es un bien para futuras generaciones que todos los colombianos estamos llamados hoy a proteger».