Un avión con 71 personas a bordo se estrella en Moscú sin dejar supervivientes

"La tripulación y los pasajeros no han tenido ninguna posibilidad de sobrevivir". Una fuente oficial anónima rusa describía de esta sombría forma a la agencia Interfax la catástrofe aérea que se produjo este domingo en las afueras de Moscú. Un avión de transporte regional Antónov An-148 perteneciente a la compañía Sarátovskie Avialinii (Líneas Aéreas de Sarátov) que cubría la ruta entre Moscú y la localidad de Orsk, a unos 1800 kilómetros al sureste, se había precipitado al suelo al poco de despegar del aeropuerto capitalino de Domodédovo, causando la muerte a las 71 personas que viajaban a bordo. Con este accidente se rompe la racha positiva de la aviación civil mundial, en la que no se habían registrado accidentes mortales desde diciembre del 2016, aunque sí incidentes con aviones militares o de carga.

Las primeras imágenes del avión siniestrado no dejan lugar a dudas acerca de la violencia del impacto. Restos de fuelaje, incluyendo uno de los motores, estaban esparcidos sobre la llanura cubierta de nieve. En el momento del accidente, nevaba con intensidad en Moscú y sus alrededores, y el termómetro marcaba una temperatura de cinco grados bajo cero.

En el avión viajaban 65 pasajeros y seis miembros de la tripulación. entre ellos tres menores de edad, uno de ellos de cinco años. Los primeros testimonios han asegurado a los medios rusos que el Antónov cayo al suelo envuelto en llamas. El lugar de impacto, de difícil acceso, que obligó a los equipos de rescate a avanzar a pie o a bordo de vehículos especialmente preparados para la nieve o helicópteros, se halla cerca de la población de Argunovo, a unos 80 kilómetros al sureste de Moscú. En la búsqueda de los restos del avión y los cadáveres, que se esparcieron en un radio de un kilómetro, participan un total de 150 personas. Al caer la noche en las regiones europeas de Rusia, varios cadáveres habían sido recuperados, según informó el Ministerio para las Situaciones de Emergencia.

Al tratarse de un vuelo interno con destino a una remota región situada junto a la frontera con Kazajistán, era poco probable que a bordo se encontraran pasajeros no orginarios de la exURSS. Finalmente, a media tarde, cuando se dio a conocer la lista definitva de pasajeros, el Consulado General de España en Moscú confirmó que no había ciudadanos españoles entre las víctimas. Y solo el nombre de un ciudadano de Suiza se encontraba en ella.

Nada más ser informado del suceso, el presidente ruso, Vladímir Putin, instruyó al Gobierno que forme una comisión de investigación, al tiempo que trasladó sus condolencias a las víctimas. "El presidente expresa sus sinceras condolencias a todos aquellos que perdieron familiares y amigos en esta catástrofe", ha informado el portavoz presidencial, Dmitri Peskov.

La televisión rusa mostró imágenes de los familiares en el aeropuerto de Orsk, muchos de ellos cubriéndose el rostro con las manos. Un equipo de psicólogos se desplazó hasta el aeropuerto de destino para aliviar el impacto emocional de la noticia entre ellos. Además, el propio Gobierno ha fletado un avión que despegará este lunes de Moscú con destino a Orsk para recoger a los parientes de los fallecidos y trasladarles a la capital con el fin de llevar a cabo las labores de identificación de los cuerpos.

Se desconoce el origen del siniestro

El aparato únicamente permaneció unos pocos minutos en el aire, concretamente cuatro, según la fiscalía, antes de precipitarse al suelo por causas desconocidas. Los controladores aereos no recibieron ninguna llamada de socorro del piloto. Las autoridades barajan la posibilidad de que se trate de un fallo del piloto, la meteorología adversa, las condiciones técnicas y "otras variantes", sin mencionar siquiera la posibilidad de un atentado terrorista.

Los investigadores han comenzado a interrrogar al personal de Saratovskie Avialinii, tanto en el aeropuerto moscovita de Domodédovo, así como en Orsk y Sarátov, localidad donde tiene su sede la compañía aérea. Además, han solicitado para estudiarla toda la documentación referida al estado del aparato y su mantenimiento. El Antonov siniestrado era bastante nuevo: había sido fabricado en el 2010, y en el 2016 inició los vuelos para Sarátovskie Avialinii, sin haberse detectado jamás incidentes técnicos.

Tras el accidente, la cadena Mash ha difundido un vídeo de hace dos años en el que supuestamente se ve al avión estrellado.