Gran Bretaña se preguntaba ayer con estupor y horror quién es el verdugo encapuchado que asesinó al periodista James Foley, identificado por la voz como alguien de procedencia británica. Diferentes expertos lingüísticos situaron su acento en Londres, posiblemente dotado de una buena educación. Periodistas y cooperantes extranjeros secuestrados en Siria lograron reconocer al encapuchado como el líder del grupo de guardianes británicos que les retuvieron durante meses. Los secuestrados pusieron al grupo el mote de los Beatles y a él en particular le llamaban John (por Lennon).

Downing Street informó ayer de que Cameron retomó sus vacaciones después de interrumpirlas por el caso, pero añadieron que el primer ministro se mantendría en contacto con inteligencia y los líderes mundiales para intentar descubrir la identidad del yihadista británico.